Comunicación breve: uso de toxina botulínica tipo A en los trastornos temporomandibulares miofasciales.

14 diciembre 2022

AUTORES

  1. Raquel Sierra González. Fisioterapeuta del Servicio Aragonés de Salud.
  2. Tania Blasco García. Fisioterapeuta del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

Los trastornos temporomandibulares afectan a la articulación temporomandibular, a los músculos masticatorios y a otras estructuras. Estos trastornos pueden desarrollarse por distintas condiciones entre ellos el dolor miofascial. El tratamiento de este subtipo se realiza mediante técnicas conservadoras, entre ellas, las infiltraciones con toxina botulínica tipo A. Estas últimas han demostrado ser efectivas en la reducción del dolor y en la mejora de la movilidad a dosis bajas.

 

PALABRAS CLAVE

Trastornos temporomandibulares, toxina botulínica.

 

ABSTRACT

Temporomandibular disorders affect the temporomandibular joint, the masticatory muscles, and other structures. These disorders can develop due to different conditions, including myofascial pain. The treatment of this subtype is performed using conservative techniques, including infiltrations with botulinum toxin type A. The latter have been shown to be effective in reducing pain and improving mobility at low doses.

 

KEY WORDS

Temporomandibular disorders, botulinum toxin.

 

COMUNICACIÓN BREVE

Los trastornos temporomandibulares (TTM) quedan definidos por la American Academy of OrofacialPain (AAOP) como un grupo de entidades que afectan a la articulación temporomandibular, a los músculos masticatorios y a otras estructuras relacionadas. La clínica de los TTM se caracteriza por dolor en la zona anatómica afectada, limitación del movimiento, aumento de tono de los músculos faciales y masticatorios1.

Estos trastornos pueden desarrollarse por condiciones biológicas o anatómicas, problemas hormonales, factores psicosociales, problemas psicoemocionales, procesos infecciosos. Existe un subgrupo que corresponden a problemas musculoesqueléticos ocasionados concretamente por dolor miofascial. Este subtipo supone cerca del 40% de los TTM (algunos estudios sitúan esta cifra en 75% para la raza caucásica frente al 30% en los asiáticos). Se ha demostrado que presenta una alta prevalencia en mujeres y que lo más habitual es que se presente entre la tercera y cuarta década de vida 2.

El dolor miofascial es causado por puntos musculares hipersensibles, los conocidos como puntos gatillo, que se localizan en bandas tensas, causando un dolor localizado a la palpación, limitación de movimiento, pudiendo también irradiar dolor a otras zonas cercanas. Este concepto queda recogido con la nueva clasificación que propone el NationalInstitutefor Dental and CraniofacialResearch la DC-TMD (Diagnosis Criteria/TemporoMandibularisDisorders) en la cual el dolor es el pilar fundamental en la clasificación. Esta clasificación diferencia la mialgia localizada, identificándola como el dolor de origen muscular que es el localizado en el punto exacto de palpación, del dolor miofascial en el cual la molestia surge de la palpación del propio músculo pudiendo comprometer a todo el músculo o en el caso del dolor referido miofascial rebasando los límites del músculo palpado3.

En las fases iniciales de estos desórdenes mandibulares, el tratamiento es preferentemente conservador. Entre ellas se incluye la pauta médica de fármacos, férulas, acupuntura, fisioterapia (haciendo uso de electroterapia, ultrasonoterapia, laserterapia, punción seca, técnicas manuales). Cuando las molestias persisten y el trastorno mandibular se origina en un problema miofascial, puede hacerse uso de la toxina botulínica tipo A (TBA), cuya efectividad es reconocida por la American Academy of Neurology como nivel B de tratamiento en los trastornos temporomandibulares1.

La toxina botulínica A (TBA) es sintetizada por la Clostridiumbotulinum, una bacteria anaerobia Gram negativa. Durante años en la práctica clínica ha supuesto un recurso para patologías que cursan con hipertonía (tortícolis congénita, blefaroespasmo, parálisis facial, estrabismo, migraña crónica), con espasticidad (parálisis cerebral, hemiplejías) en dolores musculares crónicos, así como en los síndromes miofasciales. El mecanismo fisiológico es doble, la inhibición de la exocitosis del neurotransmisor acetilcolina y la inhibición de la liberación de sustancia P y glutamato reduciendo el dolor inflamatorio. Exactamente bloquea selectivamente, la neurotransmisión en las terminaciones nerviosas colinérgicas en este caso en las uniones neuromusculares de las motoneuronas alfa y gamma. Así se consigue una denervación química del músculo afectado, causando debilidad y atrofia, disminución del tono, buscando la reducción del dolor y la ruptura del círculo vicioso dolor-hiperactividad muscular3.

Particularmente en el caso de los TTM, el tratamiento con TBA consiste en infiltrar los puntos gatillo de la musculatura masticatoria, principalmente los de los músculos masetero, temporal y pterigoideo, con dicha sustancia4,5.

Existen estudios sobre la efectividad de esta técnica en los trastornos mandibulares de origen miofascial respecto al dolor, movilidad, algometría de los puntos gatillo, en comparación a otras técnicas (infiltraciones placebo, laserterapia, punción seca, acupuntura, técnicas manuales). Todas las técnicas demuestran disminución de las escalas que valoran el dolor, aunque en varios estudios se comprueba mejoras mayores o inclusive significativas en el caso de la TBA. La TBA es efectiva para aumentar el umbral de dolor ante la presión de los puntos gatillo medidos por algometría. También logra aumentos significativos de los movimientos mandibulares. Respecto a la dosimetría de la toxina botulínica, dosis bajas de la toxina botulínica muestran similar efectividad que dosis más altas en los trastornos mandibulares de origen miofascial, por lo cual se optará por dosis bajas en tal caso4,5.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Ramos-Herrada RM, Arriola-Guillén LE, Atoche-Socola KJ, Bellini-Pereira SA, Castillo AAD. Effects of botulinum toxin in patients with myofascial pain related to temporomandibular joint disorders: A systematic review. DentMedProbl. junio de 2022;59(2):271-80.
  2. De la Torre Canales G, Câmara-Souza MB, Poluha RL, Grillo CM, Conti PCR, Sousa M da LR de, et al. Botulinum toxin type A and acupuncture for masticatory myofascial pain: a randomized clinical trial. J Appl Oral Sci. 2021;29:e20201035.
  3. Montes-Carmona JF, Gonzalez-Perez LM, Infante-Cossio P. Treatment of Localized and Referred Masticatory Myofascial Pain with Botulinum Toxin Injection. Toxins (Basel). 23 de diciembre de 2020;13(1):6.
  4. Yoshida K. Effects of Botulinum Toxin Type A on Pain among Trigeminal Neuralgia, Myofascial Temporomandibular Disorders, and Oromandibular Dystonia. Toxins (Basel). 29 de agosto de 2021;13(9):605.
  5. De la Torre Canales G, Poluha RL, Pinzón NA, Da Silva BR, Almeida AM, Ernberg M, et al. Efficacy of Botulinum Toxin Type-A I in the Improvement of Mandibular Motion and Muscle Sensibility in Myofascial Pain TMD Subjects: A Randomized Controlled Trial. Toxins (Basel). 29 de junio de 2022;14(7):441.

 

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