Detección de violencia de género en atención primaria.

9 marzo 2023

AUTORES

  1. Mar Aquilué Berdún. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S Seminario.
  2. Gloria Ariño Gadea. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S María de Huerva.
  3. Brocate San Juan, Miriam. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Zaragoza Sector III.
  4. Raquel Moreno Fraile. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S Fuentes Norte.
  5. Ana Ruata Laclaustra. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S Seminario.
  6. María Blanca Vera Sáez-Benito. Enfermera Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. C.S San José Centro.

 

RESUMEN

La violencia de género se define como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada»..

Existen diversas situaciones en las que la mujer está en una situación de especial vulnerabilidad, como el embarazo, la discapacidad, el medio rural, mujeres portadoras de VIH, inmigración, o mujeres en situación de exclusión social.

Existen protocolos en Atención Primaria dirigidos a la atención y seguimiento de la violencia de género, basados en la detección óptima y eficaz mediante indicadores de sospecha, que llevarán a la elaboración de un plan de acción con un adecuado escenario de protección.

Durante la pandemia COVID-19, las llamadas al 112 y 016 por violencia de género aumentaron considerablemente, por ello, es necesaria la formación de los profesionales sanitarios en el ámbito de la atención primaria y el seguimiento de los protocolos pertinentes.

 

PALABRAS CLAVE

Violencia de género, atención primaria de salud, mujeres.

 

ABSTRACT

Gender-based violence is defined as “any act of violence based on female membership that results or is likely to result in physical, sexual or psychological harm or suffering to the woman, as well as threats of such acts, coercion or arbitrary deprivation of liberty, whether occurring in public or private life”.

There are several situations in which women are in a situation of special vulnerability, such as pregnancy, disability, rural areas, women with HIV, inmigration, or women in situations of social exclusion.

There are protocols in Primary Care aimed at the attention and follow-up gender violence, based on optimal and effective detection through indicators of suspicion, which will lead to the development of an action plan with and adequate protection scenario.

During the COVID-19 pandemic, calls to 112 and 016 for gender-based violence increased considerably, therefore, it is necessary to train health professionals in the field of primary care and follow the relevant protocols.

 

KEY WORDS

Gender-based violence, primary health care, women.

 

DESARROLLO DEL TEMA

Se realiza una búsqueda bibliográfica acerca de la situación de violencia de género durante el confinamiento por la pandemia COVID-19, e Incidir en la importancia de una adecuada formación de los profesionales de Atención Primaria en la detección de la violencia de género y los protocolos a seguir.

La violencia de género se define como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada»1.

Existen diferentes tipos de violencia de género:

  • Violencia física: Comprende cualquier acto no accidental que implique el uso deliberado de la fuerza. Cualquier forma de violencia física es también una violencia psicológica.
  • Violencia sexual: Ocurre siempre que se impone a la mujer un comportamiento sexual contra su voluntad.
  • Violencia contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres: Incluye cualquier actuación que restrinja a las mujeres el ejercicio de su derecho a la salud sexual y reproductiva, afectando su libertad para disfrutar de una vida sexual sin riesgos para su salud, así como ejercer libremente su derecho a la maternidad.
  • Violencia psicológica: Amenazas, insultos, humillaciones, o control económico entre otras. Este tipo de violencia no es tan visible como la física o la sexual, es más difícil de demostrar, y en muchas ocasiones no es identificada por la víctima como tal sino como manifestaciones propias del carácter del agresor.

 

La Teoría del Ciclo de la Violencia de Leonor Walker plantea que este fenómeno comprende tres fases:

  • Acumulación de tensión: Se caracteriza por una escalada gradual de la tensión, donde la hostilidad del hombre va en aumento sin motivo comprensible y aparente para la mujer. Se intensifica la violencia verbal y pueden aparecer los primeros indicios de violencia física. Se presentan como episodios aislados que la mujer cree puede controlar y que desaparecerán. La tensión aumenta y se acumula.
  • Explosión o agresión: Estalla la violencia y se producen agresiones físicas y/o psicológicas y/o sexuales. Es en esta fase donde la mujer suele denunciar o pedir ayuda.
  • Calma o reconciliación o «luna de miel»: En esta fase el agresor manifiesta que se arrepiente y pide perdón. Utiliza estrategias de manipulación afectiva (regalos, caricias, disculpas, promesas) para evitar que la relación se rompa. Por lo tanto, esta estrategia por parte de la pareja provoca que la mujer, termine pensando que todo cambiará2.

 

Algunas de las situaciones en las que las mujeres se encuentran en situación de especial vulnerabilidad son:

  • Embarazo: El embarazo añade dificultad a las posibilidades de separarse de la pareja.
  • Discapacidad: Las mujeres con alguna discapacidad física, sensorial o psicológica pueden tener menor capacidad para defenderse, para expresarse, menor credibilidad en su relato, menor acceso a la información, o dependencia de terceras personas.
  • Inmigración: Por la precariedad económica y laboral, miedo a ser expulsadas del país o barrera idiomática.
  • Mujeres Mayores: En las mujeres mayores pueden confluir factores que aumentan la vulnerabilidad a la violencia de género, conllevan una mayor dependencia y dificultan las posibilidades de poner fin a una relación de maltrato ya que pueden haber estado sufriendo maltrato durante muchos años, aún sin ser conscientes de ello, desarrollando sentimientos de indefensión, incapacidad e impotencia que les impiden plantearse alternativas a su situación, Así como conviven más horas con su pareja en la etapa de jubilación.
  • Medio Rural: Además de las barreras comunes a todas las mujeres en la revelación y denuncia de la situación de maltrato, vivir en el medio rural añade otras dificultades tanto para la detección, como para la intervención, por ejemplo, dificultades de acceso a los recursos por su dispersión y lejanía, o mayor control social.
  • Mujeres en situación de exclusión social: Analfabetismo o niveles muy bajos de instrucción social, escasa o nula cualificación laboral, precariedad en la vivienda, problemas graves en la esfera de las relaciones personales y/o familiares, carecer o tener muy limitada la autonomía económica.
  • Mujeres con VIH: Tener infección por el VIH puede ser un factor de riesgo ante la violencia de género. Se ha mostrado que las mujeres con infección por el VIH pueden estar en riesgo de sufrir episodios de violencia, desde insultos hasta agresiones físicas y sexuales tras comunicar su estado serológico a sus parejas.

 

La atención primaria es muchas veces la puerta de entrada al sistema sanitario. Por ello, es imprescindible formar a los profesionales acerca del protocolo de actuación en atención primaria, que se estructura en las siguientes fases:

  • Detección: Cualquier profesional sanitario debe investigar la posibilidad de maltrato en toda mujer susceptible de estar en situación de riesgo que acude a consulta y no figure en su historia que se le haya preguntado. La frecuentación más elevada tiene lugar en las consultas de medicina y enfermería, por lo que son estos profesionales los que tienen más posibilidades de detección.

 

En la primera visita, la indagación puede iniciarse mediante preguntas de abordaje psicosocial y/o directamente informando que dada la alta frecuencia de maltrato actualmente: «estamos preguntando a todas las mujeres que acuden a consulta sobre esta posibilidad». Se debe preguntar siempre que las condiciones de seguridad lo permitan y observando las normas que se aconsejan al respecto (no presencia de la pareja en la consulta, condiciones de confidencialidad).

  • Planificación: Se buscarán indicadores de sospecha y se establecerá un plan de seguridad y escenario de protección, con el objetivo de preparar a la mujer para la salida del domicilio en caso de peligro extremo.

 

Debemos exponerlo en un ambiente de tranquilidad y si fuera posible, en presencia de alguna persona de su confianza para reforzar la información.

Se confirmará que conoce el Dispositivo de Atención Telefónica 24 horas, para mujeres maltratadas o el 112, así como documentación que debe preparar o tener localizada y de la que puede dejar copia a alguien de su confianza. Se recomendará tener preparados efectos personales de ella y sus hijos/as: ropa, útiles de aseo y objetos significativos.

Es recomendable no comentar los planes con su pareja, no tomar tranquilizantes, salir cuando él no esté en casa y acudir a las personas de confianza con las que había hablado previamente.

El escenario de protección se configura acordando señales con vecinos y personas de confianza, enseñando a los hijos a pedir ayuda y a protegerse, no aceptar comunicarse con el agresor, procurar no estar a solas en ningún sitio. Si se sospecha que la agresión es inminente, no alejarse de la puerta de salida, o si el ataque es inevitable, procurar ser el blanco más pequeño posible, protegerse con los brazos, la cabeza y la cara y hacer todo el ruido posible4.

Algunos de los recursos de los que se puede disponer son:

  • 016: Atención telefónica, por Wasap y online.
  • ATENPRO: Es un servicio telefónico de atención y protección a las víctimas de violencia de género. Requisitos: No convivir con la persona o personas que les han sometido a maltrato y participar en los programas de atención especializada para víctimas de la violencia de género existentes en su territorio autonómico.
  • WRAP: Es una herramienta para localizar y visualizar de forma interactiva, información a la que acceder ante casos de violencia de género, servicios de apoyo y prevención para situaciones de violencia de género que las administraciones públicas y las entidades sociales han puesto a disposición de la ciudadanía y de las víctimas de violencia de género (recursos policiales, judiciales y de información, atención y asesoramiento). Para cada recurso se proporciona: descripción del servicio, dirección postal y teléfonos de contacto5.

 

Según los datos disponibles, durante la pandemia del COVID-19, las llamadas al 016, del 14 al 29 de marzo aumentaron un 12,43% y las consultas online un 269,57% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este aumento se debe al hecho de que en la situación de confinamiento, las mujeres víctimas de la violencia machista tuvieran que convivir con su agresor y sus movimientos estuvieran limitados6.

Actualmente en Cataluña sólo se hace el cribado de violencia de género a la mujer embarazada, pero hay otras circunstancias que también precisarán de un adecuado cribado en la consulta de Atención Primaria.

 

CONCLUSIONES

La violencia de género es una pandemia que conlleva daños biopsicosociales de gran magnitud para la mujer.

Es precisa una adecuada formación y capacitación al personal de Atención Primaria, en todos los niveles para una detección eficaz y un abordaje óptimo.

Existen protocolos y recursos sociales y online que este personal debe conocer.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Herrera-Gómez A, Martín-Martínez FJ. Detección precoz de la violencia de género: hacia el diagnóstico biológico. Index Enferm [Internet] 2016 [2023]; 25 (4): 229-230. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962016000300001
  2. Ruiz Pérez I, Agüera Urbano, C, et al. Protocolo andaluz de actuación sanitaria ante la violencia de género. Sevilla: Consejería de Salud y Familias. 2020 [24 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/Protocolo_Andaluz_para_Actuacion_Sanitaria_2020.pdf
  3. Govern Illes Balears. Menores y mujeres en situación de especial vulnerabilidad. Palma: Consejería de Salud y Consumo. 2020 [24 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.caib.es/sites/salutigenere/es/menores_y_mujeres_en_situacion_de_especial_vulnerabilidad-85498/.
  4. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Protocolo común para la actuación sanitaria ante la violencia de género. Madrid. 2012 [24 de enero de 2023]. Disponible en: https://violenciagenero.igualdad.gob.es/profesionalesInvestigacion/sanitario/docs/PSanitarioVG2012.pdf
  5. Ministerio de Igualdad. Delegación del Gobierno contra la violencia de género. Madrid. [24 de enero de 2023]. Disponible en: https://violenciagenero.igualdad.gob.es/informacionUtil/recursos/telefono016/home.htm
  6. La Moncloa, Igualdad. Las llamadas y consultas al 016 aumentan durante el periodo de confinamiento causado por la crisis de la COVID-19. Madrid: Moncloa; 1 de abril del 2020 [24 de enero de 2023]. Disponible en: https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/igualdad/Paginas/2020/010420-llamadas.aspx

 

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