Inmovilización de fracturas

12 junio 2023

AUTORES

  1. Lara Villar Pamplona. Diplomada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  2. Ángela María Guarás Rubio. Diplomada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
  3. Lucía Piquer Álvarez. Graduada en Enfermería. Hospital Joan XXIII, Tarragona, España.
  4. Cristina Jarén Cubillo. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario de Guadalajara, Guadalajara, España.
  5. Eva Salmerón Crespo. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario de Guadalajara, Guadalajara, España.
  6. Lourdes Esteban Álvaro. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario de Guadalajara, Guadalajara, España.

 

RESUMEN

Las fracturas óseas representan un porcentaje elevado del total de las urgencias tratadas en los hospitales. Entre las maneras más comunes de inmovilizar una fractura se encuentran los yesos cerrados, férulas de yeso, fibra de vidrio, vendaje con férula metálica o cabestrillo. En este caso hablaremos de las férulas de yeso por ser hoy en día unas de las técnicas más utilizadas.

PALABRAS CLAVE

Férula, fracturas óseas, huesos, inmovilización.

ABSTRACT

Bone fractures represent a high percentage of all emergencies treated in hospitals. Among the most common ways to immobilize a fracture are closed casts, plaster splints, fiberglass, metal splint bandaging, or a sling. In this case we will talk about plaster splints because they are one of the most used techniques today.

KEY WORDS

Splint, bone fractures, bones, immobilization.

DESARROLLO DEL TEMA

Se denomina fractura a la rotura de un hueso o bien a la discontinuidad del tejido óseo (fisura). Los mecanismos capaces de producir fracturas son de dos tipos, uno directo que localiza la fractura justo en el punto de impacto del traumatismo y otro indirecto, fracturando a distancia del punto de impacto. Podemos clasificar a las fracturas en dos familias: las abiertas o complicadas, de especial gravedad ya que el hueso roto rasga la piel produciendo heridas y posibles hemorragias; y las cerradas o simples, menos graves, cuando no existe herida.

SÍNTOMAS Y SIGNOS

De forma general, se puede sospechar la existencia de una fractura si el accidentado presenta varios de los siguientes síntomas/signos locales (dolor intenso que aumenta con la palpación, impotencia funcional, hinchazón y amoratamiento, deformidad más o menos acusada y/o acortamiento de una extremidad, existencia de una herida con fragmentos óseos visibles) o generales que son el reflejo de la existencia de una hemorragia o las repercusiones de los fenómenos de dolor (taquicardia, palidez)1.

INMOVILIZACIÓN CON VENDAS DE YESO

Antes de inmovilizar al paciente debemos prepararlo. Para ello:

  • Se retirarán las pulseras, anillos y otros enseres que pudiesen entorpecer el desarrollo de la técnica.
  • Se realizará la cura de las lesiones, si existiesen.

 

Todas las inmovilizaciones con vendas de yeso necesitan una preparación previa:

  • Colocaremos un vendaje tubular de algodón para evitar que el yeso se adhiera al vello y facilitar la transpiración. Además, elimina las asperezas de los extremos del yeso y facilita la posterior retirada de este.
  • Almohadillaremos con vendaje de algodón, insistiendo en zonas de prominencia ósea. En caso de colocar en fase aguda el almohadillado debe ser más generoso para dejar espacio al edema en caso de que aparezca.
  • Después debemos elegir el material que utilizaremos para la inmovilización. Venda de yeso de París: mucho más económica y fácil de colocar facilita la reducción de fracturas ya que el tiempo de fraguado es más lento (a mayor temperatura del agua, más rápido es el fraguado).
  • En caso de férulas debemos elegir también la venda que cerrará la inmovilización entre: o Vendas de Crepe: ceden más ante la inflamación, aunque pierden también su consistencia en unos días con lo que exige una renovación más frecuente. o Vendas cohesivas: soportan mejor la férula de yeso aunque ceden menos en caso de inflamaciones importantes.
  • Colocar al paciente en posición cómoda y correcta.
  • Tomaremos medidas de la extremidad a inmovilizar y elegiremos la anchura de la venda según el miembro a inmovilizar.
  • Prepararemos la férula encadenando capas de la largura adecuada (12-15 capas) introduciremos la venda de yeso en agua tibia (el fraguado es más rápido cuanto más caliente es el agua) hasta que deje de burbujear. Las férulas debemos compactarlas extendidas sobre una superficie lisa con el borde de la mano o entre los dedos sujetando la venda en vertical.
  • Fraguado y modelado: Entre los 5 y 8 minutos el yeso empieza a adquirir resistencia y dureza. Debemos modelar las prominencias óseas y los relieves, así como conformar la extremidad utilizando las palmas de las manos para que se ajuste al contorno del miembro, sin que se formen arrugas o pliegues que puedan provocar lesiones por decúbito.
  • Colocar en una posición adecuada el miembro a inmovilizar prestando atención a las articulaciones incluidas en el yeso.
  • Una vez concluido el proceso de fraguado las modificaciones son inviables ya que se produce a costa de rotura de este y puede generar surcos que produzcan lesiones en las zonas de roce. En las férulas de yeso tras el fraguado es necesario cerrarlas con las vendas antes indicadas2.

 

COMPLICACIONES:

Las fracturas pueden ir acompañadas de otros problemas (complicaciones) u ocasionarlos. Sin embargo, las complicaciones graves no son frecuentes. El riesgo de complicaciones graves aumenta si la piel se rompe o si se lesionan los vasos sanguíneos o los nervios.

Algunas complicaciones (como la lesión de los vasos sanguíneos y los nervios, el síndrome compartimental, la embolia grasa, y las infecciones) se producen durante las primeras horas o días después de la lesión. Otras (como los problemas con las articulaciones y los defectos de consolidación) se desarrollan con el tiempo.

Lesiones de los vasos sanguíneos:

Muchas fracturas causan un sangrado visible alrededor de la lesión. En raras ocasiones, el sangrado dentro del cuerpo (sangrado interno) o a través de una herida abierta (sangrado externo) es lo suficientemente importante como para causar una disminución peligrosa de la tensión arterial (shock, choque). Por ejemplo, se puede producir un choque (shock) cuando una fractura del fémur o de la pelvis causa una hemorragia interna grave. Si una persona está tomando un medicamento para prevenir la formación de coágulos sanguíneos (un anticoagulante), una lesión relativamente menor puede causar un sangrado importante.

Una luxación de cadera o rodilla puede interrumpir el flujo de sangre a la pierna. Por lo tanto, los tejidos de la pierna no pueden obtener sangre suficiente (lo que se denomina isquemia) y pueden morir (lo que se denomina necrosis). Si muere suficiente tejido, parte de la pierna puede tener que ser amputada. Algunas veces, las fracturas del codo o del húmero pueden interrumpir el flujo sanguíneo al antebrazo, causando problemas similares. La interrupción del suministro de sangre puede no causar ningún síntoma hasta varias horas después de la lesión.

Lesión neurológica:

A veces los nervios se estiran, se lesionan o se aplastan cuando se fractura un hueso. Un traumatismo directo puede confundir o aplastar un nervio. Estas lesiones suelen curarse por sí mismas a lo largo de semanas, meses o años, en función de la gravedad de la enfermedad. Algunas lesiones nerviosas nunca sanan por completo.

En raras ocasiones, los nervios se rompen, a veces debido a la presencia de fragmentos afilados de hueso. Es más fácil que se produzca una laceración nerviosa cuando la piel está rota. Los nervios lacerados no sanan por sí solos y pueden necesitar una reparación quirúrgica.

Embolia pulmonar:

La embolia pulmonar es la complicación grave más frecuentemente asociada a las fracturas graves de la cadera o la pelvis. Se produce cuando tras formarse un coágulo sanguíneo en una vena, éste se desprende (convirtiéndose en un émbolo), alcanza el pulmón y allí bloquea una arteria. Como resultado, es posible que el cuerpo no reciba suficiente oxígeno.

Alrededor de un tercio de las personas que mueren después de una fractura de cadera lo hacen a causa de una embolia pulmonar. La embolia pulmonar es mucho menos frecuente en las fracturas de la zona inferior de la pierna y muy poco frecuente en las fracturas del brazo.

Embolia grasa:

En raras ocasiones se produce una embolia grasa. Puede ocurrir cuando se fracturan los huesos largos (como el fémur) y se libera la grasa del interior del hueso (médula ósea). La grasa puede desplazarse a través de las venas, alojarse en los pulmones y obstruir allí un vaso sanguíneo, causando una embolia pulmonar. Como resultado, el organismo no recibe suficiente oxígeno, y el paciente puede presentar una sensación de falta de aire y dolor torácico. La respiración puede llegar a ser rápida y superficial, y la piel puede adquirir un aspecto moteado o un color azul.

Síndrome compartimental:

En raras ocasiones, se produce un síndrome compartimental. Por ejemplo, cuando los músculos lesionados se hinchan mucho después de una fractura del brazo o de la pierna. Debido a que la inflamación ejerce presión sobre los vasos sanguíneos cercanos, el flujo de sangre a la extremidad lesionada se reduce o se interrumpe. Como resultado, los tejidos de la extremidad pueden lesionarse o morir, y el miembro puede tener que ser amputado. Si no se trata con rapidez, el síndrome puede ser mortal. El síndrome compartimental ocurre con mayor frecuencia en personas que presentan determinadas fracturas en la parte inferior de la pierna, determinadas fracturas del brazo o una fractura de Lisfranc (un tipo de fractura del pie).

Infecciones:

Si al producirse la fractura se desgarra la piel la herida puede infectarse, y la infección puede propagarse al hueso (lo que se denomina osteomielitis que es muy difícil de curar).

Problemas articulares:

Las fracturas que afectan a una articulación por lo general lesionan el cartílago articular de los extremos óseos en las superficies de la articulación. Normalmente, este tejido de protección liso y resistente permite que las articulaciones se muevan sin problemas. El cartílago lesionado suele cicatrizar, lo que produce artrosis, que a su vez provoca rigidez en las articulaciones y limita su rango de movimiento. La rodilla, el codo y el hombro son particularmente propensos a desarrollar rigidez después de una lesión, especialmente en personas mayores.

Generalmente es necesaria la fisioterapia para prevenir la rigidez y ayudar a que la articulación se mueva lo más normalmente posible. Suele ser necesario el tratamiento quirúrgico para reparar el cartílago dañado. Después de la cirugía, es menos probable que se produzca una incongruencia articular (un escalón), y si se produce tiende a ser menos grave.

Algunas fracturas pueden hacer que una articulación sea inestable, lo que aumenta el riesgo de lesiones repetidas y artrosis. El tratamiento adecuado, que a menudo incluye un yeso o una férula, puede ayudar a prevenir problemas permanentes.

Miembros desiguales:

En los niños, si la placa (o cartílago) de crecimiento de una pierna se fractura, es posible que la pierna afectada no crezca normalmente y sea más corta que la pierna no afectada. Las placas de crecimiento, que están formadas por cartílago, permiten que los huesos crezcan hasta que el niño alcanza su estatura máxima. Si una fractura no afecta el cartílago de crecimiento, puede estimular el crecimiento óseo desde el propio lugar de la fractura. Si estimula el crecimiento, la pierna fracturada puede crecer demasiado y ser más larga que la otra pierna.

Problemas relacionados con la curación:

A veces, los extremos de un hueso fracturado no cicatrizan como se esperaba. Es posible que:

  • No se unen los extremos (lo que se denomina seudoartrosis).
  • Los extremos cicatrizan muy lentamente (lo que se denomina retardo de consolidación).
  • Cicatricen en una posición incorrecta (lo que se denomina consolidación viciosa).

 

La probabilidad de que aparezcan estos problemas es mayor cuando:

  • Los huesos fracturados no se mantienen uno junto al otro y no se protegen del movimiento (lo cual indica que no están inmovilizados con un yeso o una férula).
  • El suministro de sangre se interrumpe.

 

Algunos trastornos, como la diabetes y la enfermedad vascular periférica, y ciertos fármacos, como los corticosteroides, pueden retrasar o interferir con la cicatrización ósea.

Osteonecrosis:

Cuando se interrumpe el flujo de sangre a un hueso, parte del hueso puede morir, lo que da lugar a una osteonecrosis. Algunas lesiones (como las fracturas del hueso escafoides de la muñeca y las fracturas de cadera en las que los huesos rotos están fuera de sitio) tienen una mayor probabilidad de causar una osteonecrosis3.

RECOMENDACIONES

Signos de alerta:

Es de suma importancia que ante la aparición de los signos de alerta que a continuación se enumeran, se acuda rápido a consultar con el médico de cabecera o a las urgencias del hospital más cercano. De entre ellos se deben reconocer:

  • Aumento significativo del dolor. Muchas veces es causado por una férula o un yeso que comprimen en exceso el miembro que se pretende inmovilizar.
  • Sensación de entumecimiento y/o hormigueo en la parte más distal de las extremidades (mano o pie), pudiendo ser causa de ejercer una excesiva presión sobre las estructuras vasculonerviosas que recorren nuestro cuerpo.
  • También se puede apreciar un aumento de la hinchazón debajo del yeso, unidos o no a cambios de coloración en la piel pueden ser originados por una reducción de la circulación sanguínea.
  • La pérdida de movimiento activo o un aumento del impedimento para movilizar los dedos de la mano o del pie son posibles signos de compresión y deben ser valorados con urgencia por un médico.
  • La presencia de fiebre sin un origen claro debe ponernos en alerta y consultarlo con nuestro médico.

 

Cuidados que necesitan los yesos y las férulas:

El hecho de mantener en buen estado la férula o yeso, contribuirá en la recuperación. Las recomendaciones generales son:

  • Insistir en la movilización activa y continua de los dedos de manos y pies.
  • Mantener en la medida de lo posible la extremidad enyesada en alto. Esto favorecerá la reducción de la inflamación y minimizará las molestias. También puedes aplicar frío local con una bolsa de hielo a través de la férula o el enyesado.
  • Recordar que el yeso tarda aproximadamente 48 horas en conseguir estar totalmente seco y duro. Por eso, no se debe poner en contacto directo con superficies duras pues podría deformarse. Evitar caminar hasta que esté completamente seco.
  • Mantener en todo momento el yeso seco. No olvidar que la humedad debilita este material, y el contacto con el agua puede conllevar a una fracaso del tratamiento propuesto. Utilizar protectores impermeables o varias capas de plástico para mantener el yeso o la férula secos para ducharse o bañarse.
  • No retirar los materiales que componen el yeso, no recortarlo, y tampoco eliminar o sustituir las almohadillas ni sus componentes protectores.
  • No utilizar objetos punzantes para rascarse la piel dentro de la férula o el yeso.
  • Prestar atención al estado del yeso de forma regular. Si se detectan grietas o zonas blandas, es importante acudir de inmediato al médico más próximo4.

 

CONCLUSIONES

Como hemos podido comprobar, la aplicación de yesos en fracturas óseas requiere de conocimiento de anatomía y de la técnica de enyesado. La correcta y rápida inmovilización de estas es de suma importancia debido a las potenciales complicaciones que de ellas pueden derivar, por ello siempre ha de ser llevada a cabo por un profesional sanitario.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Moliné JL, M a MATS, Solé Gómez D, En Medicina E, Trabajo D. NTP 546: Primeros auxilios: fracturas, luxaciones y esguinces [Internet]. Insst.es. [citado el 3 de abril de 2023]. Disponible en: https://www.insst.es/documents/94886/327064/ntp_546.pdf/e2ad5ffa-fd10-476c-acc4-2d1bc3d82389
  2. INMOVILIZACIÓN CON VENDAS DE YESO [Internet]. Unizar.es. [citado el 3 de abril de 2023]. Disponible en: https://zaguan.unizar.es/record/7414/files/TAZ-TFG-2012-234_ANE.PDF
  3. Fracturas [Internet]. Manual MSD versión para público general. [citado el 10 de abril de 2023]. Disponible en: https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/traumatismos-y-envenenamientos/fracturas
  4. Traumatopedia. Cuidado general de yesos y férulas [Internet]. Traumatopedia. 2018 [citado el 11 de abril de 2023]. Disponible en: https://traumatopedia.com/consejos/cuidado-general-de-yesos-y-ferulas/

 

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