Intervención educativa en el adulto con hipertensión arterial y depresión

15 agosto 2023

 

 

Nº de DOI: 10.34896/RSI.2023.46.53.001

 

AUTORES

  1. Kimberly Estefanía Dorantes Bernal. Licenciada en Medicina General. Maestra en Salud Pública. Doctorante en salud pública, residente en la especialidad de Medicina Familiar, Instituto Mexicano del Seguro Social. México. ORCID: https://orcid.org/0009-0004-0006-5231
  2. Rocío Nataly Rojo García. Licenciada en Medicina General, residente en la especialidad de Medicina Familiar, Instituto Mexicano del Seguro Social. México.
  3. Oscar Samuel Guillermo Mora. Licenciado en Medicina General, residente en la especialidad de Medicina Familiar, Instituto Mexicano del Seguro Social. México.
  4. Nitzia Geovany López Acosta. Licenciada en Medicina General, residente en la especialidad de Medicina Familiar, Instituto Mexicano del Seguro Social. México.
  5. Roberto Joel Tirado Reyes. Doctor en Educación, Universidad Autónoma de Sinaloa México. Enfermero Especialista en Medicina de Familia; Instituto Mexicano del Seguro Social. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1492-7507
  6. Dulce Samantha Ortiz Fonseca. Licenciada en Medicina General, especialista en Medicina de Urgencias, Instituto Mexicano del Seguro Social, México.
  7. Luis Alfredo Dorantes Álvarez. Licenciado en Medicina General, Maestro en Salud Pública. Doctorante en salud pública, Instituto Mexicano del Seguro Social, México. ORCID: https://orcid.org/0009-0003-3421-5843

 

RESUMEN

En la actualidad, la hipertensión arterial es responsable de 9.4 millones de fallecimientos a nivel mundial. En línea con este panorama, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha calculado que durante la próxima década se registrarán 20.7 millones de defunciones debido a enfermedades cardiovasculares, de las cuales 2.4 millones se relacionarán con la hipertensión arterial. Todo esto resalta la urgencia de llevar a cabo estudios de salud familiar en los sistemas de salud para comprender con mayor profundidad el estado de salud de estos grupos sociales. Objetivo: Implementar una intervención educativa que se base en la evaluación tanto individual como familiar de un paciente que padece hipertensión arterial y depresión. Metodología: Consistió en realizar un estudio de salud familiar en un paciente adulto, abordando la evaluación familiar en cuatro etapas. En la primera etapa se identificó al paciente, seguida por el estudio de la estructura familiar y la revisión del historial médico en la segunda etapa. En la tercera etapa se identificaron los riesgos para la salud familiar y se analizó la dinámica familiar. Por último, en la cuarta etapa del estudio de salud familiar, se aplicaron instrumentos de evaluación familiar y se desarrollaron intervenciones educativas siguiendo los enfoques de Doherty y Baird. Resultados: La intervención educativa, derivada de la evaluación integral de la familia y la implementación de planes de cuidado, generó un incremento significativo en la participación del paciente en las consultas de medicina familiar, lo que tuvo como resultado una disminución en los niveles de presión arterial.

PALABRAS CLAVE

Hipertensión, depresión, Estudio de salud familiar, Niveles de intervención

Abstract: Currently, arterial hypertension is responsible for 9.4 million deaths worldwide. In line with this panorama, the Pan American Health Organization (PAHO) has calculated that during the next decade there will be 20.7 million deaths due to cardiovascular diseases, of which 2.4 million will be related to arterial hypertension. All of this highlights the urgency of conducting family health studies in health systems to better understand the health status of these social groups. Objective: To implement an educational intervention based on both individual and family evaluation of a patient suffering from high blood pressure and depression. Methodology: It consisted of carrying out a family health study in an adult patient, addressing the family evaluation in four stages. In the first stage, the patient was identified, followed by the study of the family structure and the review of the medical history in the second stage. In the third stage, risks to family health were identified and family dynamics were analyzed. Finally, in the fourth stage of the family health study, family assessment instruments were applied and educational interventions were developed following the Doherty and Baird approaches. Results: The educational intervention, derived from the comprehensive assessment of the family and the implementation of care plans, generated a significant increase in patient participation in family medicine consultations, which resulted in a decrease in blood pressure levels. arterial.

KEY WORDS

Hypertension, depression, family health study, levels of intervention.

INTRODUCCIÓN

La hipertensión arterial y la depresión son dos condiciones de salud ampliamente reconocidas que afectan a millones de personas en todo el mundo. La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, se caracteriza por la fuerza excesiva con la que la sangre circula por las arterias, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud graves. Por otro lado, la depresión es un trastorno mental que va más allá de la tristeza ocasional, impactando negativamente en el estado de ánimo, la motivación y la calidad de vida de quienes la experimentan 1.

Conforme a la definición proporcionada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipertensión arterial es una condición médica en la cual los vasos sanguíneos mantienen de manera continua una presión elevada por encima de los niveles normales2. La presión arterial máxima es conocida como presión arterial sistólica (PAS), mientras que la presión arterial mínima se denomina presión arterial diastólica (PAD) 3. En cada ciclo cardíaco, la sangre es impulsada desde el corazón hacia todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, lo que provoca la generación de la presión arterial debido a la fuerza ejercida por la sangre en las paredes de dichos vasos, específicamente las arterias. Por lo tanto, es importante destacar que a medida que la presión arterial se incrementa, aumenta la dificultad para que el corazón desempeñe adecuadamente su función4.

A pesar de ser dos condiciones médicas distintas en la naturaleza, estudios recientes han revelado una relación estrecha entre la hipertensión arterial y la depresión. Esta conexión va más allá de la coincidencia casual, ya que investigaciones han demostrado que las personas con hipertensión arterial tienen una mayor probabilidad de desarrollar depresión y viceversa. Esta interacción bidireccional plantea importantes implicaciones para la salud pública y los sistemas de atención médica, dado que la coexistencia de ambas condiciones puede llevar a un empeoramiento mutuo y una mayor complejidad en el manejo clínico 5.

Por todo lo mencionado con anterioridad, en el presente estudio de salud familiar se examinó detalladamente la relación entre la hipertensión arterial y la depresión en una persona adulta así como su entorno familiar, con el propósito de determinar cómo estas condiciones interactúan, sus factores de riesgo compartidos y las estrategias de intervención que pueden contribuir a un abordaje holístico y efectivo para los pacientes que enfrentan ambas situaciones. Además, se exploró la importancia de enfoques de atención integral que consideren no sólo los aspectos médicos, sino también los emocionales y sociales para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta compleja interacción entre la salud cardiovascular y mental 3.

OBJETIVO

Implementar una intervención educativa que se base en la evaluación tanto individual como familiar de un paciente que padece hipertensión arterial y depresión.

METODOLOGÍA

Para el cumplimiento del objetivo planteado se realizó un estudio de salud familiar a un paciente adulto con presencia de disfunción familiar, lo cual propició una depresión. El paciente fue identificado a través de la consulta de medicina familiar de una unidad médica familiar de una institución pública en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, México. El estudio de salud familiar se obtuvo a través de cuatro momentos, trabajados en un lapso aproximado de dos meses, el primero consistió en la identificación del paciente y la programación de la visita en donde se le explicó el propósito del estudio al paciente y una vez que aceptó participar, firmó el consentimiento informado, logrando así la elaboración de su historia familiar, en la segunda etapa se abordó el estudio de la estructura familiar donde se analizó la tipología familiar, la etapa del ciclo vital en el que se encuentra, funciones y dinámica familiares6, además de la revisión de su expediente clínico. En la tercera etapa se identificaron los riesgos para la salud familiar. Por último, en la cuarta etapa del estudio de salud familiar, se aplicaron instrumentos de evaluación familiar 7 tales como Apgar familiar8, Faces III9, Escala de Reajuste Social de Holmes10 y Escala de depresión de Hamilton11. En caso de la escala de Apgar familiar, es considerada como una herramienta útil para conocer la situación familiar, y su posible papel en el origen de los conflictos y en su solución; con relación a la escala Faces III es una de las escalas desarrolladas para evaluar la cohesión y flexibilidad familiar; en lo que respecta a Escala de Reajuste Social de Holmes, se considera uno de los instrumentos más utilizados para medir la magnitud de estrés que ha experimentado una persona durante un tiempo; en lo concerniente a la escala de depresión de Hamilton se considera útil para evaluar la sintomatología depresiva de los pacientes5 y se desarrollaron intervenciones educativas siguiendo los enfoques de Doherty y Baird, quien menciona que los niveles de intervención son mínimo énfasis, información y consejería, sentimiento y apoyo emocional, evaluación funcional e intervención planificada y terapia familiar12.

Criterios de selección:

La investigación se fundamentó en las disposiciones establecidas en el Reglamento correspondiente a la Ley General de Salud (LGS) en el ámbito de Investigación para la Salud. Específicamente, se basó en el Título Segundo, Capítulo 1, y en los Artículos 13, 14, 16 y 17 de dicho reglamento. En congruencia con el Artículo 13, se garantizó la prioridad de los derechos y el bienestar de los participantes del estudio. Siguiendo la directriz del Artículo 14, se obtuvo una aprobación positiva por parte del Comité de Ética e Investigación de la unidad médica de adscripción de los investigadores, reafirmando así el cumplimiento de los aspectos éticos y de protección en la investigación. Se atendió la salvaguardia de la privacidad de los individuos sometidos a estudio, de acuerdo con lo establecido en el Artículo 16. Asimismo, en conformidad con el Artículo 17, la naturaleza de la investigación fue categorizada como de bajo riesgo. Adicionalmente, en concordancia con las disposiciones de los Artículos 20, 21 y 22, el procedimiento de obtención de consentimiento informado fue llevado a cabo por escrito, respetando los requisitos estipulados por la Ley General de Salud. Este proceso se llevó a cabo de manera voluntaria, sin presiones indebidas, y con una comprensión completa por parte de los participantes respecto a las actividades contempladas en el estudio de investigación. Por último, en consonancia con el Capítulo 2, los Artículos 28 y 29, se obtuvo la debida autorización tanto de las instancias de salud competentes como de las autoridades civiles de la comunidad involucrada en la investigación y familia del sujeto en estudio.

PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Paciente de sexo masculino de 63 años de edad, médico general, jubilado, casado, acude a consulta de medicina familiar por su control de hipertensión arterial sistémica de 6 años de evolución en tratamiento con Losartán 1 cada 24 horas y aspirina protect 100mg 1 cada 24 horas, sin embargo, después de un seguimiento en la consulta se percata con depresión severa debido a disfunción familiar, lo que lo llevó a la ausencia en sus consultas y por lo que se evalúa para llevar a cabo un seguimiento domiciliario.

Posterior a ello se inicia con el proceso de la vista domiciliaria informando a los familiares que se estaría acudiendo a su vivienda. Una vez establecidas la fecha y la planeación del estudio, se realizó la visita domiciliaria, cuya finalidad fue la de realizar una evaluación del entorno y dinámica familiar a través de entrevistas directas, donde se expresan crisis familiares no superadas, alteración de la dinámica y funcionalidad familiar, descontrol de la hipertensión arterial.

De acuerdo a su tipología familiar en base a su desarrollo es tradicional, en base a su demografía urbana, en base su integración es una familia integrada, en base a la ocupación del jefe es profesional médico general, con base a su conformación familia nuclear, de acuerdo a las complicaciones en su desarrollo: familia reconstruida, con base al parentesco es monoparental extendida, con base a la presencia física en el hogar es extensa ascendente y de núcleo integrado, con base a su nivel económico es sin pobreza familiar.

De acuerdo con el ciclo vital de Geyman6 en fase de retiro y muerte, de acuerdo con el ciclo vital de la OMS 2 en fase de contracción completa, Huerta/ PAC 6 en etapa Final fase Independencia, Duvall 3 se encuentra en etapa VII, de acuerdo con Lauro Estrada Inda 7 en fase de reencuentro y según Salvador Minuchin 7 en familia integración de las pérdidas. En la escala del ciclo psicosocial de Erik Erickson6 se encuentra en integridad vs desesperanza y en base al ciclo de pareja según Mariano Barragán6 en enfrentamiento de la vejez, soledad y muerte.

Las funciones familiares básicas se cumplen parcialmente solo por un cónyuge, aunque cada uno tiene su rol familiar, la jerarquía se encuentra totalmente establecida por él, mientras que la centralidad se encuentra establecida por su esposa, ya que ella ocupa el mayor espacio afectivo dentro de la familia, las reglas son explícitas y flexibles, los límites son difusos y flexibles pues a pesar de que el paciente pista es quien sustenta la mayoría de los gastos del hogar no pone límites y permite acciones que van en contra de su integridad física y emocional. Se identifican alianzas y coaliciones, destacando la coalición entre él y su hijo.

Las crisis normativas se encuentran parcialmente superadas, exceptuando las crisis maritales, debido a los problemas conyugales. Las crisis paranormativas se encuentran en su mayoría superadas, salvo recuerda con mucho pesar acontecimientos de su infancia, respecto a su matrimonio comenta que no debió de haberse casado tan joven ni en condiciones precarias, existen infidelidades por su parte, de las cuales tiene una hija.

Cuentan con casa propia, de 2 pisos, que cuenta con sala, cocina, comedor, con todos los servicios básicos, muebles indispensables y otros, la casa cuenta con 3 recamaras, cada una con cama, 1 1/2 Baño, piso de vitropiso, cuentan con todos los electrodomésticos indispensables.

Su estado socioeconómico según el índice de pobreza familiar es de una familia sin evidencia de pobreza.

Presentan hábitos dietéticos familiares de 3-5 veces al día, bueno en calidad y cantidad, con variedad en alimentos de acuerdo con el plato del buen comer y cuentan con buena actividad recreativa.

Al cuestionar sobre el apego a su tratamiento farmacológico comenta que en ocasiones lo omite debido a que lo deja en casa mientras él se va por problemas conyugales, o simplemente no lo consume por sus cambios repentinos de humor, por lo que sus niveles de presión arterial suelen mantenerse elevados.

En la actualidad el paciente refiere controlado, cefaleas leves, y aunque tiene cifras altas de presión arterial no presenta taquicardias ni disnea.

Por tratarse de un estudio de salud familiar, la evaluación se enfocó en análisis del entorno y la dinámica familiar, dado que al momento de la entrevista el sujeto de cuidado contaba con un tratamiento antihipertensivo adecuado; sin embargo tras la valoración se pudo constatar que el descontrol de la presión arterial obedece a factores contextuales y emocionales, lo cual se manifiesta en un mal apego al tratamiento y depresión.

 

Plan de Manejo Integral:

  • Hipertensión arterial:

 

OBJETIVO: Corto plazo: Dieta y ejercicio. Mediano plazo: Cambios higiénico- dietéticos. Largo plazo: Control con farmacoterapia.

ACTIVIDADES: Nivel de intervención 1 y 2 de Doherty y Baird12. Apoyo con el servicio de nutrición para modificar dieta en base a sus requerimientos nutricionales, acudir de manera oportuna a las citas correspondientes con su médico familiar.

RESPONSABLES: Paciente, médico familiar, nutrición, cardiología.

  • Depresión:

 

OBJETIVO: Corto plazo: Informar sobre este padecimiento, otorgándole herramientas e intervenir oportunamente para poder superar este episodio de depresión por la separación de su esposo. Mediano plazo: Darle seguimiento y no subestimar cualquier signo o síntoma nuevo que muestre. Largo plazo: Comprometerla acudir a sus sesiones cognitivo-conductuales y tomar de manera correcta su farmacoterapia.

ACTIVIDADES: Nivel de intervención 1, 2 y 3 de Doherty y Baird 12. Proporcionar información continua y consejería familiar con apoyo emocional y consejería dirigida a la crisis familiar. Control y orientación por médico familiar, Canalización al servicio de Psicología.

RESPONSABLES: Paciente, médico Familiar, redes de apoyo y psicólogo.

RESULTADOS

En base a los instrumentos de evaluación familiar se obtuvieron los siguientes resultados: Actualmente los miembros que componen la estructura familiar presentan un Apgar familiar8 normal lo que representa una familia funcional, rígida y semirelacionada según Faces III9. La familia presenta un evento crítico moderado en base a la escala Thomas Holmes10. En la clasificación triaxial de la familia se encuentra una disfunción en los subsistemas familiares, se encuentra con depresión acorde a la escala de Hamilton11 la cual ya se encuentra en tratamiento. Al ver los resultados obtenidos se aplicaron las intervenciones de Doherty y Baird 12 basadas en la jerarquización de sus problemas, con lo que se logró el control de su hipertensión arterial y el manejo oportuno de su depresión 6.

DISCUSIÓN

La asociación entre la depresión y la hipertensión arterial es bien reconocida. Estudios sugieren que existe una relación bidireccional, donde la depresión puede aumentar el riesgo de hipertensión y viceversa. Las causas subyacentes incluyen factores genéticos, hormonales y de estilo de vida. El manejo integral de ambas condiciones es crucial para prevenir complicaciones a largo plazo.

Collazos Perdomo y colaboradores 13 realizaron una investigación en el 2020 sobre la asociación entre depresión mayor e hipertensión arterial en una población colombiana donde concluyeron que la prevalencia de depresión en pacientes con hipertensión y mala cohesión familiar fue de 17.4%, lo cual hace significativo el hecho de que el núcleo familiar es igual de relevante que cualquier factor de riesgo externo; lo cual coincide con la investigación realizada en 2019 por Velasco Escalante 14, la cual mide la asociación entre los grados de depresión en el control de la presión arterial en pacientes de Perú donde relata que la depresión es el trastorno mental más frecuente en pacientes con enfermedades crónicas en un 67%. Por otro lado, Cruz Arteaga 15 en 2022 realiza una investigación transversal de ansiedad y depresión en pacientes con hipertensión arterial donde se presentaron dos grupos de estudio en el cual un grupo no se podía controlar a pesar de la medicación y demostraron que más del 50% de los pacientes no controlados vivían en un entorno no favorable en el hogar, situación que no se podía medir fácilmente en la consulta médica.

CONCLUSIONES

La asociación entre depresión, hipertensión y un entorno familiar negativo enfatiza la influencia crucial que tiene el contexto familiar en la salud mental y cardiovascular. Un ambiente familiar disfuncional, caracterizado por conflictos, falta de apoyo y comunicación deficiente, puede agravar tanto la depresión como la hipertensión en individuos susceptibles. Es fundamental abordar no sólo los aspectos clínicos, sino también los psicosociales, brindando terapias adecuadas, promoviendo relaciones familiares saludables y desarrollando estrategias de afrontamiento para mitigar el impacto adverso de esta interacción compleja.

El estrés crónico generado por un entorno familiar negativo puede ser un factor desencadenante para el desarrollo de la depresión en personas genéticamente vulnerables. El constante estado de tensión emocional puede alterar los sistemas biológicos relacionados con la regulación del estado de ánimo y el estrés, contribuyendo a la manifestación de síntomas depresivos. Al mismo tiempo, la depresión puede influir en los hábitos de estilo de vida, como la dieta y la actividad física, que a su vez afectan la presión arterial y aumentan el riesgo de hipertensión. En el caso de la hipertensión arterial, un ambiente familiar tenso puede contribuir a la activación crónica del sistema nervioso autónomo y el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, elevando la presión arterial. Además, la falta de apoyo emocional puede disminuir la capacidad de afrontamiento, lo que podría llevar a comportamientos de afrontamiento inadecuados.

Por lo tanto, es esencial adoptar un enfoque holístico al abordar esta compleja interacción. Intervenciones médicas para la hipertensión y la depresión deben ir de la mano con terapias que abordan los factores psicosociales. La terapia familiar puede mejorar la comunicación y el apoyo emocional, lo que a su vez puede reducir el estrés y promover hábitos de vida más saludables. La terapia cognitivo-conductual y la terapia de apoyo también pueden ser valiosas para abordar tanto la depresión como la hipertensión en este contexto.

En última instancia, reconocer y comprender cómo la depresión, la hipertensión y un ambiente familiar negativo interactúan es crucial para proporcionar un cuidado integral y efectivo. El objetivo es mejorar la calidad de vida, reducir los riesgos para la salud y promover la resiliencia tanto en el ámbito mental como físico.

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