Picaduras de escorpión: incidencia, clínica y tratamiento

21 septiembre 2023

 

AUTORES

  1. Alba Barberán Bernardos. Médico de Atención Primaria. CS Monreal del Campo. Teruel.
  2. Marta García Castelblanque. FEA de Urgencias. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  3. Rosalía Díaz Royo. Médico de Atención Primaria. CS Rebolería. Sector II. Zaragoza.
  4. Laura Galino Serrano. Médico de Atención Primaria. CS Bujaraloz. Sector I. Zaragoza.
  5. Irene Morales Hernández. FEA de Urgencias. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
  6. Lucía Álvarez Martínez. Médico de Atención Primaria. Consultorio el Herrumblar. Cuenca.

 

RESUMEN

Las picaduras de escorpión son un desafío en regiones tropicales y subtropicales. Se reportan 1.2 millones de casos anuales a nivel mundial, con hasta 3250 muertes estimadas. En la península ibérica, el escorpión amarillo y el negro son los que mayor peligro potencial conllevan. Aunque la mayoría de las picaduras solo causan síntomas locales, algunos casos presentan efectos sistémicos graves. El diagnóstico se basa en la observación clínica y pruebas de laboratorio y el tratamiento involucra medidas generales y, en casos graves, hospitalización con antídotos y soporte vital.

PALABRAS CLAVE

Picaduras de escorpión, veneno de escorpión.

ABSTRACT

Scorpion stings are a challenge in tropical and subtropical regions. 1.2 million cases are reported annually worldwide, with up to 3,250 estimated deaths. In the Iberian Peninsula, the yellow and black scorpion are the ones with the greatest potential danger. Although most bites only cause local symptoms, some cases have severe systemic effects. Diagnosis is based on clinical observation and laboratory tests, and treatment involves general measures and, in severe cases, hospitalization with antidotes and life support.

KEY WORDS

Scorpion stings, scorpion venoms.

DESARROLLO DEL TEMA

PICADURAS DE ESCORPIÓN EN ESPAÑA.

Las picaduras de escorpión representan un problema de salud pública en varias regiones del mundo, especialmente en zonas tropicales y subtropicales1. Los envenenamientos por picaduras de escorpión pueden variar desde manifestaciones leves hasta cuadros potencialmente mortales, lo que ha llevado a una mayor atención en la investigación y el manejo de esta condición.

En todo el mundo se reportan unas 1.200.000 picaduras de escorpión al año con una estimación de envenenamientos de 20 por cada 100.000 habitantes. Esto implica unas 3250 muertes si bien la incidencia exacta es difícil de precisar por la dificultad de recogida de datos en países en vías de desarrollo1.

Existen diversas especies de escorpiones que pueden causar picaduras en humanos, pero en ciertas regiones, como la península ibérica, predominan dos especies con peligro potencial: el escorpión amarillo (también conocido como alacrán) y el escorpión negro2. Aunque estos alacranes tienen potencial para causar envenenamientos, el riesgo de casos graves es menor en comparación con otras criaturas venenosas como las arañas2. A pesar de ello, es fundamental entender su biología, fisiopatología, manifestaciones clínicas y enfoques de tratamiento para garantizar una atención adecuada en caso de picaduras. El 90% de los escorpiones producen picaduras que únicamente conllevan síntomas locales1.

En el caso del Buthus ocitanus, escorpión amarillo o alacrán, la picadura se caracteriza por la formación de una pápula eritematosa con un punto necrótico. Además, provoca un intenso dolor que se extiende a lo largo de la extremidad afectada3. Afortunadamente, en la mayoría de los casos, las reacciones graves son muy poco comunes. La otra especie con potencial peligro en España es el Euscorpius flavicaudis o escorpión negro que presenta una picadura distinta. La zona en el centro de la picadura desarrolla ampollas de color morado-azulado. Aunque la sintomatología general es poco frecuente, en algunos casos pueden surgir síntomas como cefalea, vómitos, fiebre o disnea3.

Los escorpiones inoculan su veneno a través de un aguijón ubicado en la punta de su cola. El veneno de los escorpiones es una mezcla compleja que contiene neurotoxinas y otros componentes, incluidas las toxinas alfa, que afectan los canales de sodio4. Aunque los efectos locales son el resultado de la acción de la serotonina en el sitio de la picadura, los efectos sistémicos son más preocupantes. Las neurotoxinas en el veneno interfieren con los canales iónicos en las membranas celulares, lo que puede causar una «tormenta autonómica», desencadenando una serie de respuestas como la liberación de catecolaminas y la estimulación simpática y colinérgica4. Esto conduce a una serie de efectos en el sistema cardiovascular, neurológico y gastrointestinal con síntomas como broncorrea, broncoespasmo, diaforesis, priapismo, lagrimeo, vómitos, diarrea, taquicardia, hipertensión, agitación, entre otros1.

El cuadro clínico de las picaduras de escorpión se clasifica en diferentes grados según la gravedad de los síntomas2,4. El grado I incluyen dolor local, eritema e inquietud leve. El grado II presenta síntomas adicionales como llanto persistente en niños, angustia, cefalea, estornudos, rinorrea, fasciculaciones linguales, entre otros. El grado III refleja síntomas más graves como hipertensión inicial seguida de hipotensión, fiebre seguida de hipotermia, miosis inicial seguida de midriasis, convulsiones, insuficiencia orgánica múltiple, coma y, en casos extremos, la muerte. El diagnóstico y la clasificación de la gravedad se basan en la observación de los síntomas clínicos, el análisis de laboratorio y los estudios de imagen cuando sea necesario. La clínica sistémica suele aparecer entre un minuto y una hora desde la picadura5.

El tratamiento de las picaduras de escorpión implica una serie de medidas generales y específicas. En general, se recomienda aplicar compresas frías en el área afectada para aliviar el dolor y reducir la liberación de veneno1. Los analgésicos pueden ser útiles para el manejo del dolor. En casos moderados a graves, puede requerirse atención hospitalaria con soporte vital y medicamentos como antídotos, antihistamínicos, atropina y otros, según los síntomas presentes1. Al igual que con las arañas, se debe valorar la administración de la vacuna antitetánica3.

En España algunos remedios populares incluyen bezoar, la aplicación del mismo escorpión en la zona de la lesión una vez frito4, el uso de humo de la combustión de vegetales y la aplicación local de ajos prensados1. Sin embargo, es importante destacar que estos enfoques carecen de evidencia suficiente y, en realidad, no resuelven el problema. Además, pueden retrasar el inicio de tratamientos efectivos1.

Es fundamental recordar que ciertas acciones, como cortar la piel alrededor de la picadura o intentar succionar el veneno, no han demostrado ser útiles en estos casos5. El uso de torniquetes, incisiones locales o la aplicación de sustancias como permanganato de potasio o remedios a base de hierbas pueden aumentar el riesgo de infección en el área afectada y deben ser evitados para prevenir la posibilidad de gangrena1. El tratamiento debe ser guiado por profesionales médicos capacitados y basarse en la evaluación individual de cada paciente.

Las picaduras de escorpión en España rara vez resultan en complicaciones graves, y las muertes son excepcionales5. Aunque las medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento son fundamentales, no se deben subestimar los riesgos ni exagerar la gravedad de estas picaduras. La información precisa y basada en evidencia es esencial para garantizar una respuesta adecuada en casos de envenenamiento por escorpión.

CONCLUSIÓN

En conclusión, las picaduras de escorpión representan un problema de salud en diversas partes del mundo, especialmente en áreas tropicales y subtropicales. Aunque la mayoría de las picaduras resultan en manifestaciones locales leves, en algunos casos pueden producir síntomas graves que afectan múltiples sistemas del cuerpo. El tratamiento adecuado y la atención médica oportuna son cruciales para garantizar un manejo efectivo y reducir el riesgo de complicaciones.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Viruez-Soto A, Auza-Santiváñez JC, Condori-Villca N, Segales-Camacho A, Gutiérrez-Beltrán J, Prieto-Jemio JL. Picadura de escorpión, revisión de la literatura y actualización. Rev Ciencias Médicas. 2023; 27(2023): e5930.
  2. Pérez Cánovas C. Mordeduras y picaduras de animales. Protoc diagn ter pediatr. 2020;1:307-319.
  3. Piñeiro Pérez R, Carabaño Aguado I. Manejo práctico de las picaduras de insecto en Atención Primaria. Rev Pediatr Aten Primaria. 2015;17:159-66.
  4. Murillo-GodínezG. Picadura de alacrán y alacranismo. Med Int Méx. 2020; 36 (5): 696-712.
  5. Pastrana J, Blasco R, Erce R, Pinillos MA. Picaduras y mordeduras de animales. Anales Sis San Navarra 2003, Vol. 26, Suplemento 1:225-241.

 

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