Recomendaciones para el cuidado del cordón umbilical en el recién nacido.

17 octubre 2021

AUTORES

  1. Sonia Rivera De La Torre. Enfermera especialista en pediatría del Servicio Aragonés de Salud.
  2. Gwendolyne Valdovín Guerrero. Enfermera Especialista en Pediatría del Servicio Aragonés de Salud.
  3. Rebeca Navarro Calvo. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  4. Patricia Álvarez Pérez. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  5. Jessica Gajón Flores. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.
  6. Carla Mª Morte Cabistany. Enfermera del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

El cuidado del cordón umbilical hasta su desprendimiento continúa siendo motivo de controversia en la actualidad. La Organización Mundial de la Salud recomienda en su última revisión realizar la cura en seco en países con cuidados obstétricos adecuados y una tasa baja de mortalidad neonatal. Por otro lado, en los últimos años han surgido nuevos estudios y revisiones que atribuyen un beneficio al aplicar clorhexidina tópica en el muñón. El presente documento analiza la evidencia disponible y concluye en la conveniencia de continuar recomendando la cura en seco en los nacimientos de nuestro entorno.

La estandarización de los cuidados del recién nacido (RN) desde el nacimiento y en las primeras horas de la vida posnatal son parte de los objetivos de la Sociedad Española de Neonatología. El objetivo de estas recomendaciones es aplicar la mejor evidencia científica a los procedimientos en el cuidado del RN desde el nacimiento y en los primeros momentos de la vida posnatal. Se quieren contrastar ciertas prácticas y rutinas para ajustarlas al conocimiento y la evidencia médica actuales y así mejorar la calidad asistencial y la seguridad del RN.

 

PALABRAS CLAVE

Alcohol, cura seca, recién nacido, cordón umbilical y cuidados, clorhexidina, onfalitis, mortalidad neonatal, sepsis.

 

ABSTRACT

The care of the umbilical cord until its detachment still remains controversial. The latest updated recommendations by the World Health Organisation advocate dry cord care in those countries with adequate obstetric care and low neonatal mortality rate. In recent years, new studies and reviews attribute some benefit to applying chlorhexidine on the umbilical stump. An analysis is presented here of the available evidence and results in the advisability of still recommending the dry cord care in the newborns in our setting.

Standardised normal newborn care at delivery and during the first hours of life is one of the objectives of the Spanish National Society of Neonatology. The object of this review is to apply the best evidence possible to the procedures of the care of the newborn from delivery and during the first moments after delivery; as well as standards and routines in care to improve quality and the safety of the newborn.

 

KEY WORDS

Alcohol, dry cure, newborn, umbilical cord and care, chlorhexidine, omphalitis, neonatal mortality, sepsis.

 

INTRODUCCIÓN

Después del nacimiento, se procede al pinzamiento del cordón umbilical. De esto modo, se separan las circulaciones de la madre y del recién nacido evitándose el sangrado. El cordón es, entonces, cortado por medio de un utensilio estéril, quedando el muñón umbilical expuesto. El cordón se desprende en torno a los 7 días de vida y, hasta ese momento, atraviesa una fase de secado y momificación. En este proceso influyen la exposición al aire ambiental, la degradación mediada por células fagocíticas y la colonización por bacterias exógenas.1

El tejido desvitalizado del muñón constituye un medio propicio para la colonización y el crecimiento de bacterias patógenas que, finalmente, pueden desembocar en el desarrollo de una onfalitis.

La onfalitis o infección de la herida o cicatriz umbilical, es una complicación postnatal que ocurre en una proporción menor al 1% en países desarrollados y entre el 2-3% en países en vías de desarrollo. Suele presentarse con eritema umbilical, edema, secreción maloliente y supone una complicación grave ya que debido a la alta permeabilidad que presentan los vasos sanguíneos de la zona umbilical, es frecuente que se convierta en una sepsis. Además, resulta sencilla la contaminación microbiana de la zona debido a la presencia de orina y/o heces en el pañal del bebé. Normalmente suele estar provocada por un solo microorganismo y responde bastante bien al tratamiento antibiótico. El mejor abordaje para prevenir la onfalitis se basa en el correcto cuidado de la herida los días posteriores al nacimiento. Esta práctica resulta relativamente sencilla y tienen gran relevancia en la prevención de la infección umbilical. Por ello, es importante explicar con detalle a la familia del recién nacido (RN), cómo debe de cuidar la zona durante este tiempo.

 

En la actualidad existen varios procedimientos para realizar dicha higiene de la herida, como son la aplicación de antisépticos tópicos, el uso de antibióticos tópicos o el cuidado seco de la herida, pero no parece que exista consenso sobre cuál de ellos utilizar . La clorhexidina es uno de los antisépticos que ha sido más ampliamente utilizado con este fin y ha demostrado reducir significativamente el riesgo de que la herida umbilical se infecte. Otro antiséptico que se ha utilizado bastante para este procedimiento es el alcohol de 70º. Otro método de cura bastante respaldado en la actualidad es el de la “cura seca”, consistente en bañar al bebé y mantener limpio y seco el cordón umbilical y mantener el pañal plegado hacia abajo bajo el muñón umbilical para no irritar.2

El germen más frecuentemente implicado es el Staphylococcus aureus, seguido de los propios del canal del parto. La onfalitis puede complicarse con una celulitis, una fascitis necrosante o una infección diseminada que comprometa la vida del neonato.

La incidencia de la onfalitis varía ostensiblemente en función de la higiene del entorno y de los cuidados aplicados. Así, en países de renta baja, esta complicación llega a afectar al 22% de los nacimientos domiciliarios, presentándose como formas más graves. En países con un mayor nivel de recursos, la tasa es muy inferior. Los valores referidos varían entre 0,1 y 2% condicionado esto, en parte, por la definición de onfalitis empleada. En cualquier caso, en nuestro entorno las formas graves son muy infrecuentes.3

Existen otras complicaciones en relación con la cicatrización del cordón umbilical cuya incidencia puede variar en función del tipo de cura. Entre ellas se encontraría el sangrado, el granuloma, el retraso en la caída y la presencia de secreción. Su aparición puede generar preocupación en los cuidadores, consultas sanitarias y la necesidad de tratamientos derivados.

 

OBJETIVOS

El objetivo del presente estudio es realizar una revisión bibliográfica de los datos disponibles hasta la fecha actual para resumir las pautas de cuidado de la herida umbilical del recién nacido recomendadas a fin de extraer resultados concluyentes que nos ayuden a decidir cuál es el mejor cuidado posible y cuáles son los cuidados más apropiados basándonos en la evidencia científica disponible.

Las recomendaciones sobre el cuidado del cordón umbilical en el RN son variadas. En esta revisión bibliográfica encontramos que los cuidados más apropiados para el manejo del cordón umbilical son los cuidados naturales: dejar secar al aire sin aplicar ningún producto e higiene con agua y jabón. El uso de antisépticos no aporta mejores resultados en cuanto a prevención de onfalitis (infección del cordón) y, sin embargo, no están exentos de efectos adversos.

 

METODOLOGÍA

Con el fin de clarificar cuáles son los cuidados más adecuados para el cordón umbilical, se realizó una búsqueda bibliográfica en las siguientes bases de datos: Bireme, Pubmed, Scielo, Cochrane plus, Evidentia, Bandolier y Medscape. Las palabras clave utilizadas fueron: “alcohol”, “cura seca”, “recién nacido”, “cordón umbilical” y “cuidados”.

La calidad de la evidencia y la fuerza de la recomendación se han considerado según los criterios de la clasificación adoptada por el Center for Evidence-Based Medicine y las recomendaciones de la Canadian Task Force on Preventive Health Care.

Se han revisado los conceptos de RN sano, las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP) y de la OMS.

 

RESULTADOS

Las infecciones continúan siendo la causa principal de mortalidad infantil a nivel mundial. Dentro de ellas, la onfalitis constituye un problema de salud pública en países con pocos recursos en los que su incidencia es alta. Es por esto que el cuidado del cordón umbilical continúa siendo un tema activo en la investigación científica. Además, sigue existiendo una baja uniformidad en las recomendaciones que proporcionan los sanitarios a los cuidadores en este sentido. Estos criterios se basan, con frecuencia, en costumbres o creencias y no se apoyan en evidencias que los respalden4

Entre los métodos utilizados para su cuidado encontramos el uso de antibióticos, de antisépticos y el secado al aire. Se describe también el cuidado con la limpieza con agua y jabón o con la aplicación de leche materna. El proceso de caída del cordón y cicatrización puede retrasarse por excesiva humedad, mal cuidado, patología asociada (es necesario descartarla si el proceso se prolonga varias semanas) e infección.

De entre los antibióticos que han sido utilizados, los polvos de sulfamidas se desaconsejan por riesgo de eczema así como poca efectividad para prevenir infecciones.

 

De entre los antisépticos que han sido utilizados, actualmente se desaconseja el uso de mercurocromo (por riesgo de eczema, intoxicación en uso en grandes cantidades e interacción medicamentosa con riesgos indeseables en combinación con yodo), así como tampoco se debe utilizar la povidona yodada (riesgo de alteración de la función tiroidea por alta absorción a través de la piel). Se sigue utilizando y recomendando el uso de alcohol (uso muy extendido por su accesibilidad y bajo coste) y la clorhexidina (se muestra como el antiséptico más adecuado según la AEP, Asociación Española de Pediatría).5

También se ha discutido ampliamente acerca de la conveniencia de bañar o no al bebé mientras no haya caído el cordón umbilical. La evidencia señala actualmente que no hay problema en el baño con agua y jabón siempre que se seque posteriormente la zona de inserción del cordón para evitar la proliferación bacteriana.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) dice que el simple hecho de mantener el cordón limpio tiene más ventajas que utilizar antisépticos pero que, habiendo todavía insuficientes estudios, por prudencia podrían utilizarse antisépticos en zonas con alto riesgo de infección. Los antisépticos prolongan el tiempo de separación del cordón umbilical; pero también reducen la preocupación maternal.

La Biblioteca Cochrane publica una revisión en el año 2006 que muestra que el simple hecho de mantener el cordón limpio y seco parece ser tan efectivo y seguro como usar antibióticos o antisépticos.6

 

De nuevo la Cochrane Collaboration en el año 2007, publica un estudio que demuestra una disminución del tiempo de separación del cordón cuando no se utilizaba ningún agente tópico, es decir, cuando se hacía el cuidado seco del cordón que consiste en una primera limpieza del cordón con agua y jabón suave para, luego, mantenerlo seco, procediendo otra vez de la misma forma si se ensucia. El uso de alcohol retarda el tiempo de caída.7,8

De las alternativas a la cura en seco, la aplicación de clorhexidina ha cobrado un protagonismo especial en los últimos años. Su uso provoca una menor colonización del muñón y nuevos estudios han demostrado que esto reduce los casos de onfalitis en entornos en los que esta complicación es frecuente. En áreas de baja higiene con alta tasa de partos domiciliarios, este efecto provoca una reducción en la mortalidad. 9 Esta evidencia llevó a la Organización Mundial de la Salud a incluir, en la actualización de sus recomendaciones de 2013, el uso de clorhexidina en áreas con una alta mortalidad neonatal y porcentajes elevados de partos en casa. Este efecto no ha podido, sin embargo, comprobarse en los ensayos clínicos que se han realizado en países con más recursos. En ellos, los mejores cuidados perinatales favorecen una tasa muy baja de onfalitis y, en este escenario, el efecto antiséptico que añade la clorhexidina no se traduce en un beneficio clínico relevante.

Se han de tener en cuenta otras cuestiones al plantearnos la recomendación del uso de clorhexidina. La colonización del cordón es un factor que influye en su desprendimiento y, al reducirla, se interfiere este proceso favoreciendo que se retrase. Además, cabe la posibilidad de que se seleccionen gérmenes con un mayor potencial invasivo. Otro aspecto importante es la falta de certeza respecto a la inocuidad de este producto. Al margen del riesgo de irritación de la piel expuesta, se ha documentado su absorción a la circulación sistémica y se desconoce el efecto tóxico que esto pudiera entrañar A estos argumentos debemos sumar el coste económico añadido que supone esta alternativa respecto a la cura en seco Finalmente, desde la perspectiva de los cuidadores, la aplicación de clorhexidina no confiere una sensación de seguridad mayor ni es percibida como más sencilla que la cura en seco. Por todo esto, resulta razonable restringir el uso de clorhexidina a aquellas situaciones en las que esté realmente indicado.10

 

Recomendaciones:

-La cura en seco del cordón umbilical continúa siendo la estrategia más adecuada en entornos como nuestro país, en los que la tasa de onfalitis es baja.

-El uso rutinario de clorhexidina está indicado en entornos con tasas elevadas de onfalitis y de muertes neonatales relacionadas.

-En aquellos recién nacidos que precisen un ingreso prolongado, no hay evidencia, en términos de seguridad y beneficio, que justifique la aplicación rutinaria de antisépticos.

 

CONCLUSIONES

De acuerdo a la evidencia científica resumida en esta revisión sobre las recomendaciones para la cura del ombligo del recién nacido el método a recomendar será diferente según el país en el que nos encontremos ya sea desarrollado o en vías de desarrollo.

En la presente revisión hemos encontrado evidencia consistente en relación a las recomendaciones a realizar para curar el ombligo de un recién nacido. Las principales diferencias en cuanto al método a utilizar se basan en la zona geográfica en la que nos encontremos. En el caso de los países en desarrollo, según los estudios revisados, parece más seguro aplicar un antiséptico al bebé, preferiblemente clorhexidina.

Las soluciones de clorhexidina se presentan como la primera opción entre los antisépticos a seleccionar por los beneficios aportados entre otros en cuanto a tiempos de caída de muñón. – En los países desarrollados donde las condiciones higiénicas son adecuadas, la cura seca es perfectamente válida y en este caso el tiempo de caída del muñón parece verse reducido hasta tres días.

 

Por otra parte, es cierto que el uso de antisépticos retrasa el tiempo de caída del cordón hasta casi 2 días más, lo cual no parece ser relevante. Además, la demora en la caída del cordón también se ha comprobado que puede verse afectada por la forma de bañar al bebe. Por el contrario en países desarrollados las condiciones higiénicas favorables hacen que sea menor la probabilidad de que se infecte la herida umbilical, por lo que una correcta cura seca de la misma es el métodos más adecuado, ya que además no prolongamos el tiempo necesario para que se caiga el muñón. A pesar de que el uso de antisépticos no aporta ventajas sanitarias sí que aporta tranquilidad a los padres. En cualquier caso, a los progenitores el hecho de utilizar un antiséptico les proporciona una mayor satisfacción psicológica.

El uso de antisépticos y antibióticos no parece demostrar su utilidad, y sin embargo puede estar asociado a efectos adversos.

El uso de antisépticos parece prolongar el proceso de caída del cordón umbilical.

La limpieza con agua y jabón y el secado al aire parecen medidas suficientes y seguras para el cuidado del cordón umbilical.

Ante la falta de evidencia de ventajas del uso de ningún producto frente a no usar nada, parece más conveniente optar por no utilizar ningún método aparte de la higiene con agua y jabón o simplemente secado al aire.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Fraser N, Davies BW, Cusack J. Neonatal omphalitis: a review of its serious complications. Acta Paediatr Oslo Nor 2006; 199:519–22.
  2. Shariff JA, Lee KC, Leyton A, Abdalal S. Neonatal mortality and topical application of chlorhexidine on umbilical cord stump: a meta-analysis of randomized control trials.Public Health.2016; 139:27-35.
  3. Imdad A, Mullany LC, Baqui AH, Arifeen SE, Tielsch JM, Khatry SK, et. al. The effect of umbilical cord cleansing with chlorhexidine on omphalitis and neonatal mortality in community settings in developing countries: a meta-analysis. BMC Public Health. 2013; 13 (3): S15.
  4. Janssen PA, Selwood BL, Dobson SR, Peacock D, Thiessen PN. To dye or not to dye: a randomized, clinical trial of a triple dye/alcohol regime versus dry cord care.Pediatrics. 2003; 111:15-20
  5. Ponnusamy V, Venkatesh V, Clarke P. Skin antisepsis in the neonate: what should we use? Curr Opin Infect Dis 2014; 27: 244–50.
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  7. Zupan J, Garner P, Omari AA. Topical umbilical cord care at birth. Cochrane Database Syst Rev. 2004; 10-57.
  8. Kapellen TM, Gebauer CM, Brosteanu O, Labitzke B, Vogtmann C, Kiess W.Higher rate of cord-related adverse events in neonates with dry umbilical cord care compared to chlorhexidine powder.Neonatology. 2009; 96:13-18.
  9. Sankar MJ, Chandrasekaran A, Ravindranath A, Agarwal R, Paul KV. Umbilical cord cleansing with chlorhexidine in neonates: a systematic review. J Perinatol. 2016; 36 (1):12.
  10. Sinha A, Sazawal S, Pradhan A, Ramji R, Opiyo N. Chlorhexidine skin or cord care for prevention of mortality and infections in neonates. Cochrane Database Syst Rev. 2015;78-85.

 

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