Repercusión oral en pacientes drogodependientes

4 agosto 2023

AUTORES

  1. Belén Zabala Ruiz. Licenciada en Odontología por la Universidad de Zaragoza. Odontóloga en Centro de Salud Calatayud, Salud Aragón.
  2. Ana Conejos Merita. Graduada en Enfermería. Centro de Rehabilitación Psicosocial San Juan de Dios. Teruel.
  3. Laura Esteras Martínez. Diplomada en Fisioterapia por la Universidad de Valladolid. Servicio Aragonés de Salud, Zaragoza.
  4. Raquel Morales Ferruz. Licenciada en Medicina y Cirugía. Pediatra de Atención Primaria . Centro Salud Calatayud Sur. Zaragoza.
  5. Marta Narváez Salazar. Facultativo Especialista de Área. Ginecología y Obstetricia. Hospital de Barbastro, Huesca.
  6. Sara Sierra Cebollada: Diplomada en enfermería por la Universidad de Zaragoza. Hospital Universitario Lozano Blesa, Zaragoza.

 

RESUMEN

Cada vez es más común encontrarse en la consulta dental con pacientes consumidores asiduos de drogas. Dependiendo de la adicción a una determinada sustancia, suelen manifestar un tipo u otro de lesión y patología. Es preciso por parte del odontólogo saber diagnosticar y tratar este tipo de lesiones.

PALABRAS CLAVE

Drogas, cavidad oral, alcohol, manifestaciones orales, cocaína, tabaco.

ABSTRACT

It is increasingly common to find regular drug users in the dental office. Excessively addicted to a certain substance, they usually manifest one type or another lesion and pathology. It is necessary for the dentist to know how to detect and treat this type of injury.

KEY WORDS

Drugs, oral cavity, alcohol, oral manifestations, cocaine, tobacco.

INTRODUCCIÓN

La drogodependencia fue definida por la OMS en 1964 como estado de intoxicación periódica o crónica producida por el consumo repetido de una droga natural o sintética y caracterizado por el deseo dominante para continuar tomando la droga y obtenerla por cualquier medio.

Alrededor de 285 millones de personas de entre 15 y 65 años consumieron drogas en todo el mundo en 2020, según el Informe Mundial sobre las Drogas, lo que supone un aumento del 26% en comparación a la década anterior.

Las nuevas drogas de diseño, sus distintas formas de distribución y el inicio precoz en el consumo de éstas, hacen necesario que el odontólogo sea capaz de diagnosticar las diversas manifestaciones que de ellas derivan, así como un buen tratamiento de las mismas y orientación e información al paciente sobre su uso continuado.

OBJETIVO

Con este artículo se pretende reflejar las principales lesiones orales que se presentan en la consulta dental en pacientes con dependencia a las drogas para poder saber diagnosticarlas y tratarlas adecuadamente.

MATERIAL Y MÉTODO

Se ha realizado una revisión sistemática de revistas indexadas en las bases de datos de Cochrane Library, Scielo, Cuiden, Pubmed y Medline. Las palabras clave utilizadas para la búsqueda fueron “drogas”, “cavidad oral”, “alcohol”, “manifestaciones orales”, “cocaína”, “tabaco” combinándolos con los operadores booleanos AND y OR. Se establecieron unos límites para la búsqueda de información: artículos publicados en las bases de datos de los últimos 10 años, a texto completo, escritos en español e inglés y que tratasen sobre las manifestaciones orales en personas con dependencia a drogas. Búsqueda en libros de referencia odontológicos sin límite de antigüedad para hacer una comparación. Una vez seleccionados se ha procedido a su lectura crítica y posteriormente a sintetizar la información encontrada.

RESULTADOS

Las drogas y su consumo originan un problema de salud general que altera el sistema del individuo causando un desequilibrio físico, mental y emocional. Conforme a la Organización Mundial de la Salud (OMS), “Droga es una sustancia terapéutica o no que produce una alteración, de algún modo, del funcionamiento natural del sistema nervioso central del individuo y es, además, susceptible de crear dependencia psicológica, física o ambas”.

Los resultados obtenidos en España en el Estudio EDADES 2022 por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, en colaboración con las comunidades autónomas, destacan como las sustancias más consumidas durante el último año el alcohol (76,4 %), el tabaco (39 %), los hipnosedantes-opioides (13,1 %), el cannabis (10,6 %) y la cocaína (2,4 %).

ALCOHOL1:

El alcohol etílico o etanol, es el componente activo de las bebidas alcohólicas. Puede obtenerse a través de dos procesos de elaboración: la fermentación, o descomposición de los azúcares contenidos en distintas frutas, y la destilación, consistente en la depuración de las bebidas fermentadas.

Es absorbido por el intestino delgado, en menor proporción por el intestino grueso y el estómago, y llega por vía portal al hígado donde es metabolizado en dos etapas: en la primera, se transforma el etanol en acetaldehído. Puede llevarse a cabo por tres vías, la vía de la alcohol deshidrogenasa (ADH), la vía microsomal hepática (MEOS), y la vía catalasa. La segunda etapa se caracteriza por la oxidación del acetaldehído obtenido anteriormente a acetato a través de la enzima acetaldehído deshidrogenasa (ALDH).

El consumo de bebidas alcohólicas repercute a todo el organismo, afectando al sistema nervioso, digestivo, cardiovascular, médula ósea, sexual y oral.

Principales manifestaciones orales:

Debido a la reducción de la respuesta inmunitaria se presenta un aumento en la prevalencia de caries y cálculo. Normalmente los pacientes que ingieren grandes cantidades del alcohol tienen una higiene oral deficiente, por lo que favorece el crecimiento bacteriano que afectará también a los tejidos de soporte, provocando desde gingivitis, inflamación de los tejidos, hasta periodontitis, destrucción de los mismos.

La sialosis es común en personas que frecuentemente beben alcohol. Las glándulas salivales se ven afectadas directamente por el etanol tanto morfológica como funcionalmente. Las parótidas sufren un aumento bilateral simétrico e indoloro y una disminución del flujo salival que favorece el ambiente ácido para la formación de caries. Normalmente se presenta xerostomía (sensación de boca seca) e hiposalivación2.

Según un estudio de la Asociación Dental Americana, el alcohol aumenta la incidencia de bruxismo. Para llegar a esta conclusión, analizaron 7 estudios diferentes con muestras de entre 51 a 10.229 sujetos y la evaluación de los resultados determinó que existía un vínculo positivo. Los bebedores de alcohol aumentaban en dos el riesgo de padecerlo1.

El liquen plano oral es una enfermedad autoinmune que puede manifestarse en la cavidad oral en forma de estrías desde blanquecinas a rojizas, normalmente bilaterales que no ceden al raspado. El alcohol origina una respuesta de hipersensibilidad celular, desencadenando una respuesta inmunitaria mediada por linfocitos T.

La leucoplasia y eritroplasia son lesiones potencialmente malignas de color blanco y rojo respectivamente, donde se produce o no una displasia epitelial. Son lesiones que no desprenden al raspado y no pueden caracterizarse o catalogarse como ninguna otra lesión definida y en la que existe un riesgo constatado de desarrollar cáncer oral.

Cáncer oral: entre las neoplasias malignas más frecuentes se encuentra el carcinoma oral de células escamosas. El riesgo aumenta en relación a su ingesta, independientemente del tipo de bebida alcohólica. Debido a su poder irritante y a su composición (nitrosaminas, hidrocarburos), el alcohol produce cambios degenerativos en las células epiteliales. También se asocia la malnutrición que suelen tener los pacientes alcohólicos.

  • Otras manifestaciones: halitosis, cambios descamativos por falta de zinc, cándida albicans.

 

TABACO Y CANNABIS3,4,5:

El tabaco deriva de dos especies principales, Nicotiana tabacum y Nicotiana rustica. El ingrediente más importante de las hojas de estas plantas es la nicotina, un alcaloide volátil. La nicotina es una de las drogas más adictivas y estimulantes. Afecta a todos los órganos, pero predominantemente, se une a un receptor del sistema nervioso central y aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, lo que la convierte en un agente adictivo.

El cannabis se extrae de la planta cannabis xátiva. Contiene más de 60 cannabinoides, de los cuales delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) es el más abundante y responsable de los efectos psicoactivos.

Principales manifestaciones orales.

Está demostrado que ambas sustancias están asociadas a xerostomía y por tanto a alta incidencia de caries.

La combinación de una pobre higiene oral asociada a malos hábitos alimenticios, hace más susceptibles a estos pacientes de padecer infecciones por cándida2.

Tanto el cannabis como el tabaco tienen gran cantidad de compuestos carcinógenos. Contienen fenoles, cloruro de vinilo e hidrocarburos aromáticos. La marihuana contiene 50% más de productos carcinógenos en comparación con el tabaco. La asociación de tabaco y alcohol aumenta las probabilidades de desarrollar un carcinoma oral de células escamosas1,2,5.

La enfermedad periodontal es característica de estos pacientes. La nicotina posee propiedades vasoconstrictoras. Provoca una disminución del riego sanguíneo que junto asociada a la pobre higiene oral, favorece el acúmulo de placa y sarro y por ende, la afección de los tejidos periodontales en forma de periodontitis.

  • Otras manifestaciones: leucoplasia y eritroplasia, carcinoma verrucoso.

 

OPIOIDES E HIPNOSEDANTES3:

La heroína es un opiode sintético derivado de la morfina. La heroína pura se diluye con otros componentes como pueden ser la quinina, leche en polvo, lactosa y otras sustancias. Se administra de manera oral, nasal o inyectada por vía subcutánea o intravenosa (más frecuentemente).

Los opioides actúan como agonistas de receptores periféricos del SNC, dando lugar a analgesia, euforia, sedación, depresión respiratoria, náuseas y miosis.

Hipnosedante es el término general para referirse al grupo de psicofármacos depresores del sistema nervioso central: tranquilizantes, sedantes y somníferos, los cuales producen sedación y a dosis más elevadas provocan sueño. Incluye benzodiacepinas, barbitúricos, antidepresivos y antihistamínicos entre otros.

Principales manifestaciones orales.

El uso de heroína está relacionado con la caries rampante (meth mouth2,3) y enfermedad periodontal. Los usuarios frecuentes de este tipo de sustancias suele tener una pobre higiene oral, que junto con factores psicológicos (depresión, ansiedad, estrés), hacen que muchas veces no quieran visitar al dentista.

Las caries suelen localizarse a nivel del cuello del diente con una tonalidad marrón-negruzca. La adicción a la heroína provoca xerostomía e hipoglucemia. La preferencia de estos usuarios por alimentos cariogénicos viene derivada de la alteración de los receptores del SNC que hacen que se base en una dieta alta en hidratos de carbono y azúcares, que junto a la pobre higiene oral, favorece un pH ácido (por debajo de 5,5). Esta constante disminución y variación del pH es idónea para la formación de caries.

Debido a la afectación neurológica, suelen presentar bruxismo y abfracciones originadas por los continuos traumas oclusales.

El dolor puede verse enmascarado por el abuso de opioides. Suelen tener baja respuesta a los anestésicos locales, lo que conlleva a que los pacientes acudan a la consulta cuando ya existe un dolor muy agudo y no pueda realizarse un tratamiento preventivo.

El uso de heroína por vía intravenosa puede dar lugar a infecciones de transmisión sanguínea como VIH, hepatitis B y C y aumento de riesgo de endocarditis bacteriana.

La manifestación oral principal por abuso de hipnotizantes como las benzodiacepinas es la xerostomía. Si va acompañada de disminución de flujo salival, se aumentan las probabilidades de desarrollar caries.

 

COCAÍNA3,6,7:

La cocaína es un alcaloide natural con propiedades anestésicas locales y psicoactivas derivadas de las hojas del arbusto Erythroxylon. La principal vía de administración es la nasal. A los pocos minutos de su inhalación se produce una sensación de euforia que dura entre 20-90 minutos. Otras vías de administración son en polvo fumado, con tabaco, o de manera intravenosa.

La cocaína se absorbe fácilmente a través de las membranas mucosas dando lugar a propiedades anestésicas locales vinculadas a los canales de calcio. También propiedades simpaticomiméticas incrementando la neurotransmisión dopaminérgica y noradrenérgica en el SNC.

Los efectos eufóricos son debidos al bloqueo de la recaptación y al aumento de los niveles de dopamina. Otros efectos derivados de su aumento incluyen mareos, visión borrosa, delirio, comportamiento agresivo y aumento de la frecuencia respiratoria.

La degeneración neurológica también está relacionada con el abuso crónico de cocaína, incluyendo déficits cognitivos, de atención, emocionales y depresión.

Principales manifestaciones orales.

El bruxismo, los desórdenes temporomandibulares y la afectación muscular son las principales manifestaciones del uso de cocaína debido a los cambios en la neurotransmisión dopaminérgica8.

Afecciones del esmalte como la atrición y erosión son comunes, acompañadas de caries rampante debido a la acidez de la cocaína. Posee un pH de 4,5, el cual favorece la desintegración del esmalte y dentina.

Debido a las propiedades vasoconstrictoras y la aplicación por parte de los usuarios en el cuello del diente, a nivel de encía, se presentan lesiones en los tejidos blandos como retracciones de encía y eritema gingival lineal2.

Pacientes con abuso crónico de cocaína vía inhalada, pueden desarrollar una isquemia de tejidos duros, originando una necrosis osteocartilaginosa, dando lugar a perforaciones en el septum y paladar2,6,7.

  • Otras manifestaciones incluyen: hinchazón del labio donde se aplica la cocaína, superficie eritematosa y ulcerada de la encía con aspecto granulomatoso, vasculitis superficial, cambios histológicos con células epiteliales anormales, superficie hiperqueratósica, lesiones que se parecen a la gingivitis ulcero-necrotizante (GUN) o de la gingivoestomatitis asociada a liquen plano, periodontitis crónica, abscesos gingivales, necrosis de la encía, secuestros óseos, y hasta pérdida de los órganos dentarios.

 

CONCLUSIONES

La dependencia a las drogas es un problema mundial en auge. La mayoría de pacientes que presentan esta necesidad de consumo, sea por la vía de administración que sea, suelen presentar unos rasgos comunes: falta de higiene oral, dietas cariogénicas ricas en sacarosa y almidón que generan caries, acúmulo de sarro y problemas periodontales, problemas psicológicos que derivan en problemas parafuncionales y articulares. El estado en el que les hace encontrarse, hace que eviten acudir a la consulta dental, siendo ésta, la última opción ante una emergencia odontológica.

Hay una gran evidencia de que el consumo a largo medio plazo de tabaco y cannabis son un riesgo para la enfermedad periodontal, manifestándose con una pérdida de soporte, bolsas profundas y recesiones gingivales4.

El abuso de cocaína puede causar múltiples problemas desde orales a neurológicos. El abuso de sustancias por vía inyectada puede derivar en infecciones como VIH, Hepatitis B, Hepatitis C.

El tratamiento de las patologías derivadas del abuso de drogas en la consulta dental es sencillo. Es de crucial importancia para el odontólogo saber diagnosticar este tipo de pacientes. Cada vez es más común tratar a pacientes con dependencia a sustancias en la consulta dental. Los problemas odontológicos vienen acompañados por otros daños en otros sistemas, por lo que es deber del odontólogo el tratar a este tipo de pacientes, instruirlos en una buena calidad oral y junto con un tratamiento multidisciplinar con el resto de especialistas, concienciar al paciente en la importancia del autocuidado y el abuso de drogas3.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Elena Figuero Ruiz, Mª Ángeles Carretero Peláez, Rocío Cerero Lapiedra,
    Germán Esparza Gómez, Luis Alberto Moreno López. Efectos del consumo de alcohol etílico en la cavidad oral: Relación con el cáncer oral.
  2. José V. Bagán Sebastián. Medicina Bucal. 4ª edición 2011
  3. L Teoh, G Moses, MJ McCullough. Oral manifestations of illicit drug use.
  4. Alessandro Quaranta, Orlando DÍsidoro, Adriano Piattelli, Wang Lai Hui, Vittoria Perrotti. Illegal drugs and periodontal conditions.
  5. Muthukrishnan, Arvind; Warnakulasuriya, Saman. Oral health consequences of smokeless tobacco.
  6. H. S. Brand, S. Gonggrijp and C. J. Blanksma. Cocaine and oral health.
  7. Paul Nassar, Aviv Ouanounou, MSc, DDs, FICO. Cocaine and methamphetamine: Pharmacology and dental implications
  8. Riva Raúl, Rotemberg Enrique, Sanguinetti Martín, Rodríguez Andrés, Massa Fernando. Drogodependencia, Bruxismo y Trastornos Temporomandibulares. Análisis comparativo en dos poblaciones: Muestra Nacional y población en tratamiento por consumo problemático de drogas en Portal Amarillo.

 

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