Terapia de restricción de flujo sanguíneo. Artículo monográfico.

7 marzo 2023

AUTORES

  1. Marcos Nadal Zuferri. Graduado en Fisioterapia. Fisioterapeuta en el Servicio Aragonés de Salud.
  2. Patricia Nadal Zuferri. Diplomada en Enfermería. Enfermera en el Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

La restricción de flujo sanguíneo es una modalidad terapéutica que consiste en realizar ejercicio físico con baja carga, al 20-40% de 1 repetición máxima (RM), mientras se aplica un torniquete en la región proximal del músculo o región diana. El torniquete permite el flujo de sangre arterial e impide el flujo de sangre venosa. Mediante esta modalidad de ejercicio se obtienen los mismos beneficios (aumento de masa muscular y fuerza) que el ejercicio físico de alta carga (>70% de 1 RM), y beneficios superiores al ejercicio físico de baja carga (20-40% de 1 RM) sin restricción de flujo sanguíneo. Además, ha demostrado ser efectiva en poblaciones clínicas que no pueden realizar ejercicio con alta carga, debido a las limitaciones que conlleva la propia patología.

 

PALABRAS CLAVE

Terapia de restricción de flujo sanguíneo, entrenamiento de fuerza, hipertrofia.

 

ABSTRACT

Blood flow restriction therapy is a therapeutic modality that consisting of performing physical exercise with a low-load, at 20-40% 1RM, while applying a tourniquet in the proximal region of the muscle or target region. The tourniquet allows arterial blood flow and prevents venous blood flow. Through this modality of exercise, the same benefits are obtained (increase in muscle mass and strength) as high-load physical exercise (>70% of 1 RM), and greater benefits than low-load physical exercise (20-40% of 1 RM) without blood flow restriction. In addition, it has proven to be effective in clinical populations that cannot perform exercise with a high load, due to the limitations that the pathology itself entails.

 

KEY WORDS

Blood flow restriction therapy, resistance training, hypertrophy.

 

INTRODUCCIÓN

La restricción del flujo sanguíneo o blood flow restriction (BFR) consiste en la aplicación de un torniquete en la zona proximal de la/las extremidades superiores o inferiores a la vez que se realiza ejercicio físico. Este torniquete, junto con la contracción muscular genera una presión externa que reduce, pero mantiene el flujo arterial hacia músculo esquelético, a la vez que detiene de forma total el flujo de retorno venoso desde el músculo esquelético hacia al corazón1,2. La compresión del tejido vascular resulta en un inadecuado aporte de oxígeno y de acumulación de sangre en la región capilar de musculatura esquelética implicada en el BFR. Además, la contracción muscular bajo el torniquete o manguito incrementa todavía más la presión intramuscular2.

El entrenamiento con bajas cargas o low load (LL) y BFR (LL-BFR) ha demostrado ser igual de eficaz a la hora de incrementar el volumen muscular y la fuerza en sujetos sanos a que el entrenamiento con altas cargas o high load (HL) y sin BFR3.

Los principales mecanismos responsables de la hipertrofia muscular mediante un entrenamiento LL-BFR son: la tensión mecánica (estrés mecánico que recibe el músculo cuando sus componentes estructurales son puestos en tensión al someterlo a ejercicio) y el estrés metabólico (acumulación de metabolitos producidos durante el ejercicio). Ambos mecanismos parecen trabajar de forma conjunta incrementando la síntesis de proteínas y/o activación y proliferación de células satélites, tal y como ocurre con el entrenamiento sin BFR1.

 

BENEFICIOS DEL BFR:

Mediante el BFR podemos obtener aumentos de la fuerza y masa muscular del 14,4% y 6,2% respectivamente al someter a sujetos sanos mayores de 50 años, físicamente inactivos o no familiarizados con el entrenamiento de fuerza, a entrenamientos de LL-BFR (20-30% de 1RM). Al comparar el entrenamiento de LL-BFR con el entrenamiento HL (>70% de 1RM), se observa un aumento de la masa muscular, y un aumento de fuerza a favor del grupo LL-BFR y HL respectivamente4. Mientras que en la revisión sistemática realizada por Centner y colaboradores 4, no encuentran diferencias significativas entre ambos tipos de entrenamiento en el aumento de la fuerza, en la revisión realizada por Lixandrão y colaboradores5, dichas diferencias, >7%, si son significativas. Por otro lado, en ambas revisiones sistemáticas, se llegan a las mismas conclusiones sobre la ganancia de masa muscular, las cuales son similares, pero no significativa, al comparar el LL-BFR con el HL4,5. Sin embargo, en este caso Lixandrão y colaboradores5, se observa un beneficio no significativo del 0,74% a favor del HL5.

Los aumentos en la fuerza muscular tardan en torno a 1-3 semanas en hacerse objetivables tanto con el entrenamiento de HL como con el de LL-BFR. Sin embargo, el entrenamiento LL-BFR parece ser más eficiente a la hora de producir las adaptaciones hipertróficas ya que sólo son necesarias 1-3 semanas, mientras que más tiempo es requerido mediante el entrenamiento de HL para conseguir dichos cambios6.

Posiblemente, la diferencia en el tiempo de adquisición del aumento de la masa muscular se deba a que el entrenamiento mediante LL-BFR requiere de menos tiempo de recuperación entre sesiones, al ser menores las demandas mecánicas exigidas al músculo implicado, permitiendo así una mayor frecuencia de entrenamiento6.

Sin embargo, al comparar el entrenamiento LL-BFR con un entrenamiento de LL (<50% de 1RM) se ha demostrado que el primero es más eficaz de forma significativa a la hora de incrementar la fuerza, con una diferencia mayor al 10%4.

Además de las adaptaciones musculares hipertróficas y el aumento de fuerza con la reducción de la carga impuesta en las articulaciones y músculos implicados durante el ejercicio en cuestión, también existen otros beneficios de los que podemos aprovecharnos cuando el entrenamiento de HL no está indicado o no puede realizarse debido a las condiciones patológicas o limitantes asociadas a la persona7.

Aunque poco estudiado, se ha observado que una sola sesión de entrenamiento mediante LL-BFR parece producir una respuesta hipoalgésica inducida por ejercicio mayor que el entrenamiento de LL. Sin embargo, el LL-BFR no parece tener un efecto adicional en la hipoalgesia frente al entrenamiento tradicional de HL 7. A pesar de ello, el LL-BFR parece mantener el efecto de hipoalgesia inducida durante las 24 horas siguientes a la realización de ejercicio, beneficio que no se produce ni con el entrenamiento de HL o LL7.

La respuesta hipoalgésica inducida por ejercicio a largo plazo se ha estudiado con mayor profundidad, observando una mayor reducción del dolor, o ninguna diferencia en la reducción del mismo, tras un entrenamiento de LL-BFR frente a HL, en personas con dolor crónico, dolor patelofemoral o dolor tras una intervención quirúrgica de LCA7.

BFR en poblaciones clínicas:

El entrenamiento con LL-BFR en personas intervenidas de reconstrucción de LCA obtienen mayor reducción en la intensidad del dolor y en la hinchazón/edema de la articulación operada en comparación con el entrenamiento mediante HL8.

Por otro lado, se observaron ganancias similares en la fuerza e hipertrofia muscular entre el entrenamiento con LL-BFR y el entrenamiento con HL en pacientes sometidos a reconstrucción de LCA. Sin embargo, al comparar el entrenamiento con LL-BFR frente a un grupo control, se produce un incremento significativo de la hipertrofia y la fuerza muscular a favor del grupo LL-BFR8.

También se ha analizado la eficacia del BFR en pacientes con artrosis o en riesgo de padecerla. Tanto en la revisión sistemática realizada por Grantham y colaboradores9, y la realizada por Ferlito y colaboradores 10, llegan a las mismas conclusiones al no observar diferencias en el aumento de la fuerza e hipertrofia muscular al comparar el entrenamiento de LL-BFR y el entrenamiento de HL9,10.

Por otro lado, también observaron que no existían diferencias en la reducción del dolor o en el aumento de la funcionalidad al realizar un entrenamiento de LL-BFR frente a un entrenamiento de LL9, 10 o HL9.

Características del protocolo de terapia con BFR:

Oclusión:

Existe mucha variabilidad en los dispositivos utilizados (material, dimensiones) o la metodología aplicada para realizar la oclusión sanguínea mediante BFR.

Por lo general la oclusión se realiza en sedestación o en decúbito supino, a nivel proximal de la arteria radial o braquial en las extremidades superiores, y de las arterias tibiales o poplítea si el BFR se aplica en las extremidades inferiores. Además, el BFR puede aplicarse de forma continua, es decir sin desinflar el manguito en el descanso entre series, o de forma intermitente, desinflando el mismo durante el descanso11.

Aunque la presión aplicada mediante el manguito va a depender de las características anatómicas de la persona y de las del propio manguito, se recomienda el uso de la presión de oclusión arterial o arterial oclusión pressure (AOP)6,11.

Generalmente un manguito más ancho necesitará de una presión absoluta menor para reducir el flujo sanguíneo en comparación con un manguito estrecho que necesita de una presión absoluta mayor. Sin embargo, si se aplica la misma AOP, a pesar de que los mmHg de presión difieran entre un manguito y otro, se obtiene una reducción de flujo sanguíneo similar6.

Dicha AOP se obtiene al inflar el manguito durante la realización de ejercicio hasta el punto en el que el flujo sanguíneo cesa por completo. Una vez establecido el AOP, se establece un % del mismo para llevar a cabo el entrenamiento mediante BFR6.

En la mayoría de los estudios se realiza una AOP del 60-80%, pudiendo variar la misma entre 30-100% 6. Al comparar LL-BFR con AOP máxima o LL-BFR con AOP mínima frente al entrenamiento de HL, se obtienen los mismos resultados en cuanto a ganancia de masa o fuerza muscular, por lo que el porcentaje de oclusión parecería no afectar a la adquisición de adaptaciones musculares si se aplica un porcentaje mínimo de LOP/AOP en torno al 30-40%9. Es por ello, que se recomienda que la oclusión sea del 40-80% de AOP para que se garanticen las adaptaciones musculares asociadas al ejercicio con BFR6,11.

Por otro lado, el material del que están fabricados los manguitos (nailon o elásticos) tampoco parece influir en el resultado de las adaptaciones cuando se aplica el mismo % de AOP y las repeticiones se realizan hasta llegar al fallo muscular6.

Tipo de ejercicio:

Para maximizar las adaptaciones hipertróficas y de fuerza se usan generalmente intensidades de esfuerzo de un 20-40% de 1RM con un 40-80% de AOP. En el caso de utilizar intensidades de esfuerzo bajas (20% de 1RM) se deberían aplicar presiones mayores (80% de AOP) para alcanzar las mismas adaptaciones6.

El volumen de entrenamiento más utilizado es de 75 repeticiones repartidas en 4 series de la siguiente forma: 30-15-15 y 15 repeticiones. El tiempo de descanso entre series debe ser de 30-60 segundos, manteniendo el BFR durante el descanso (BFR continuo). Si el BFR no se mantiene durante el descanso (BFR intermitente), se deben aplicar AOP más altas para producir las mismas adaptaciones6.

La frecuencia de entrenamiento debería ser de 2-3 sesiones/semana durante 1-3 semanas, aunque es recomendable alargar el entrenamiento durante >3 semanas6.

Seguridad del BFR:

Aunque no existe mucha literatura que informe sobre la aparición de efectos adversos tras la aplicación de BFR, parece que el riesgo a padecer estos eventos no es mayor que el del entrenamiento de fuerza tradicional de HL. Entre los efectos comunes destacan la intolerancia al ejercicio, disconfort o dolor difuso. Entre los eventos adversos se encuentran la rabdomiólisis o trombosis venosa profunda (TVP) en la extremidad superior, aunque sólo se han reportado 3 casos reportados de los 168 analizados11.

Sin embargo, el caso de TVP se dio en una persona que estuvo expuesta a una oclusión continua entre 30-60 minutos, tiempo muy por encima de lo recomendado en las guías. Por otro lado, la rabdomiólisis también se produce cuando se realiza actividad física intensa y prolongada en el tiempo a la que no se está acostumbrado, y no únicamente por BFR11.

 

CONCLUSIONES

La aplicación de BFR en combinación con un entrenamiento de bajas cargas (LL-BFR) parece ser un sustituto eficaz al entrenamiento de altas cargas (HL) sin BFR. Esta práctica física permite mejorar tanto la fuerza como la hipertrofia muscular de forma similar al entrenamiento tradicional de fuerza de HL 4, 5. Las adaptaciones producidas no sólo se producen en personas sanas, sino también en personas que padecen artrosis o han sido intervenidos quirúrgicamente de la rodilla 8-10. Dadas las similitudes en las adaptaciones fisiológicas producidas entre el entrenamiento tradicional con HL y el LL-BFR, y los bajos riesgos qué éste trae consigo, el BFR podría ser utilizado como una herramienta más al alcance de la comunidad sanitaria para el tratamiento y prevención de patologías o promoción de la salud cuando no es posible aplicar el entrenamiento o ejercicio físico tradicional4,5,8-10.

 

BIBLIOGRAFÍA

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  5. Lixandrão ME, Ugrinowitsch C, Berton R, Vechin FC, Conceição MS, Damas F, Libardi CA, Roschel H. Magnitude of Muscle Strength and Mass Adaptations Between High-Load Resistance Training Versus Low-Load Resistance Training Associated with Blood-Flow Restriction: A Systematic Review and Meta-Analysis. Sports Med. 2018 Feb;48(2):361-378.
  6. Patterson SD, Hughes L, Warmington S, Burr J, Scott BR, Owens J, Abe T, Nielsen JL, Libardi CA, Laurentino G, Neto GR, Brandner C, Martin-Hernandez J, Loenneke J. Blood Flow Restriction Exercise: Considerations of Methodology, Application, and Safety. Front Physiol. 2019 May 15; 10:533.
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  10. Ferlito JV, Pecce SAP, Oselame L, De Marchi T. The blood flow restriction training effect in knee osteoarthritis people: a systematic review and meta- analysis. Clin Rehabil. 2020 Nov;34(11):1378-1390.
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  12. Minniti MC, Statkevich AP, Kelly RL, Rigsby VP, Exline MM, Rhon DI, Clewley D. The Safety of Blood Flow Restriction Training as a Therapeutic Intervention for Patients With Musculoskeletal Disorders: A Systematic Review. Am J Sports Med. 2020 Jun;48(7):1773-1785.

 

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