Cólico infantil.

13 septiembre 2022

AUTORES

  1. María Lázaro Revuelto. Graduada en Fisioterapia, Athenea Fisioterapia (Jaca).
  2. José Ángel López Hernández. Graduado en Fisioterapia, Hospital Universitario San Jorge (Huesca).
  3. Belén Castan Ladrero. Graduada en Fisioterapia, Fisioterapeuta del Servicio Aragonés de Salud.
  4. Idoya Gurría Puzo. Graduada en Fisioterapia, Hospital Universitario San Jorge (Huesca).
  5. Silvia Luna López. Graduada en Fisioterapia, IMOVE Consulta de Fisioterapia y Suelo Pélvico.
  6. Alejandra Matamala Sarasa. Graduada en Fisioterapia, Fisioterapeuta del Servicio Aragonés de Salud.

 

RESUMEN

El cólico del lactante es un proceso benigno que se desarrolla en los primeros cuatro meses de vida. Se caracteriza por paroxismos de llanto inconsolable asociados a una contracción tónica generalizada. Aunque se trata de un trastorno transitorio puede contribuir al estrés y ansiedad de los padres alterando la dinámica familiar, es por eso que el llanto infantil excesivo es el motivo más común de consultas pediátricas y visitas a urgencias hospitalarias en las primeras semanas de vida. La etiología de este trastorno sigue siendo desconocida y multifactorial, por lo que no existe un tratamiento definido.

 

PALABRAS CLAVE

Cólico infantil, llanto excesivo, tratamiento, terapia manual.

 

ABSTRACT

Infant colic is a benign process that develops in the first four months of life. It is characterized by paroxysms of inconsolabre crying associated with a generalized tonic contraction. Although it is a transitory disorder, it can contribute to parental stress and anxiety by altering family dynamics, which is why excessive infant crying is the most common reason for pediatric consultations and hospital emergency visits in the first weeks of life. The etiology of this disorder remains unknown and multifactorial, so there is no defined treatment.

 

KEY WORDS

Infant colic, excessive crying, treatment, manual therapy.

 

DESARROLLO DEL TEMA

El término cólico deriva de la palabra griega kolikos o kolon, sugiriendo que el origen de esta patología procede del tracto digestivo 1,2. El cólico del lactante (CL) es un proceso benigno que se asocia a los primeros cuatro meses de vida, que afecta a un bebé sano y que se caracteriza por paroxismos de llanto incontrolable3.

La historia natural del cólico es favorable y los síntomas desaparecen gradualmente cuando el bebé tiene cuatro meses. Sin embargo, el llanto infantil excesivo es el motivo más común de consultas pediátricas y visitas a urgencias hospitalarias en las primeras semanas de vida4.

El llanto es parte del desarrollo normal de un bebé y constituye una forma de comunicación con sus progenitores durante los primeros meses de vida. Su origen puede estar causado por diferentes estímulos como puede ser el hambre, la manifestación de incomodidad o dolor, o la necesidad de acercarse al cuidador para sentir afecto y seguridad3.

Este llanto excesivo está fuertemente asociado con la depresión materna, y es factor de riesgo para el síndrome del bebe sacudido5.

 

ETIOLOGÍA:

A pesar de años de investigación, la etiología de los cólicos sigue siendo esquiva y existen numerosas propuestas, entre las que encontramos 5,6:

  • Alergia o intolerancia a las proteínas de la leche de vaca (PLV): Últimamente se ha atribuido un papel etiológico a las PLV. En los lactantes amamantados con leche materna podría haber un paso de la PLV a través del pecho de la madre al bebé4,5.
  • Intolerancia o exceso de lactosa: La evidencia es no concluyente para el papel de la intolerancia a la lactosa o la sobrecarga de la misma en el cólico. La intolerancia a la lactosa puede ser secundaria a una patología subyacente como alergia a la proteína de la vaca, y la sobrecarga de lactosa suele ser el resultado de una lactancia excesivamente frecuente5.
  • Alergia a otros alimentos: la transferencia de antígenos intactos de la comida a la leche materna puede exponer a la mucosa infantil a alérgenos potenciales que son capaces de producir respuestas inmunológicas.
  • Meteorismo: aumento del gas intestinal como consecuencia de la aerofagia secundaria al llanto inconsolable o aumento en la generación de gas7.
  • Alteración de la microflora intestinal: en lactantes con CL severos la microflora intestital es distinta, existiendo una menor cantidad de Lactobacillus. También se ha observado que las bacterias coliformes (en particular la Escherichia coli) son más abundantes en los lactantes con cólicos. Sin embargo, no se puede afirmar si estas diferencias en la flora intestinal pueden ser una consecuencia, más que la causa de los cólicos3.
  • Factores hormonales: es frecuente encontrar niveles bajos de colecistoquinina y niveles elevados de motilina. Estas hormonas están relacionadas con la contracción de la vesícula biliar, el vaciamiento gástrico, el aumento del peristaltismo y la disminución del tiempo de tránsito intestinal, pudiendo ocasionar dolor. También se han encontrado niveles altos de serotonina, (neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo, control de la ingesta, sueño y dolor) en lactantes que presentan llanto excesivo7.
  • Inmadurez neurológica: Se ha observado asociación entre el cólico del lactante y el peso de nacimiento menor a 2000g, así como con una edad gestacional menor de 32 semanas8.
  • Causas psicosociales: Estudios recientes han sugerido que el cólico puede estar asociado tanto con la migraña infantil como con las migrañas de la madre. Los factores psicosociales como el temperamento infantil, las interacciones madre-bebe, la ansiedad y depresión maternas pueden contribuir de manera importante a los cólicos. El tabaquismo materno también puede ser considerado un factor de riesgo5.

 

EPIDEMIOLOGÍA:

Según los estudios de Ortega et al7 la prevalencia del cólico del lactante es muy variable, se estima entre un 8 y un 40%. Esto se debe a la falta de criterios diagnósticos utilizados, a las diferencias de diseño en los estudios, a las poblaciones estudiadas y la subjetividad de las familias en la observación de llanto prolongado.

Se estima que alrededor de una de cada seis familias (17%) con niños consulta a un profesional de la salud por síntomas asociados con el cólico infantil, y estos incluyen llanto excesivo, irritabilidad y angustia4.

 

CLÍNICA:

Los episodios de cólico se suelen producir durante la última hora de la tarde y la noche, en periodos prolongados, de forma impredecible y espontánea. Aparecen facies de dolor, elevación de las piernas al abdomen, puños cerrados y tensión de los músculos abdominales. Suelen acompañarse de dificultad para evacuar, eructos, necesidad de comer, patadas, arqueos de espalda y otras manifestaciones de dolor7,9,10.

El llanto del lactante debe cumplir los siguientes criterios7:

  • Paroxístico: cada episodio tiene un principio y un final claro, sin relación con lo que él bebe estaba haciendo anteriormente.
  • Cualitativamente diferente al llanto normal: llanto más intenso y tono más alto.
  • Hipertonía: se produce una contracción tónica generalizada.
  • Inconsolable: el lactante es imposible de consolar.

 

DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico suele basarse en los criterios de Wessel, también conocida como “la regla de los tres”, que define los cólicos como paroxismos de irritabilidad, irritabilidad o llanto que duran > 3 horas al día durante > 3 días a la semana durante > 3 semanas. Sin embargo se ha encontrado que estos criterios están desactualizados y no son prácticos de usar. Los criterios de diagnóstico más recientes, formulados por el comité Roma IV, conceptúa el cólico del lactante como un trastorno conductual en lactantes de 1 a 4 meses de edad, que presentan periodos prolongados de llanto y malestar difíciles de calmar, generando gran ansiedad e impotencia en sus cuidadores11.

 

TRATAMIENTO:

Debido a que el cólico es benigno, el pilar del tratamiento es la tranquilidad y el apoyo de los padres. Después de confirmar el diagnóstico, se debe educar a los padres sobre la naturaleza benigna y autolimitada de los cólicos y ofrecer recursos de apoyo6:

  • Probióticos: Un metanálisis reunió datos de cuatro de los ensayos a doble ciego de mayor calidad, en los que participaron 345 bebés con cólicos (174 probióticos, 171 placebo). El resultado fue que la reducción del llanto diario desde el inicio hasta los 21 días en el grupo de probióticos fue 25 minutos mayor que en el placebo. Los efectos de la intervención fueron más pronunciados en los lactantes amamantados12.
  • Fármacos: Los fármacos más utilizados son la simecotina, la diciclomina y los inhibidores de bomba de protones. El primero no muestra una mejora significativa respecto al placebo. Sin embargo, la diciclomina parece tener efectos beneficios, aunque también presenta muchos efectos potencialmente adversos y está contraindicada en bebés menores de seis meses. Los inhibidores de la bomba de protones son definitivamente ineficaces5,6.
  • Modificaciones en la dieta: Una revisión sistemática de seis estudios apoyó la eficacia de las dietas bajas en alérgenos (excluyendo leche de vaca, huevos, nueces, trigo, soja y pescado) para reducir los cólicos. Estas dietas pueden ser una opción para algunas madres que amamantan, pero deben ir acompañadas de asesoramiento dietético para garantizar la nutrición adecuada6.

Una revisión sistemática de 13 estudios encontró una disminución estadísticamente significativa en el tiempo de llanto entre los bebés que cambiaron a fórmulas parcial o completamente hidrolizadas6.

  • Suplementos de hierbas: Los suplementos de hierbas, como Mentha piperita y varios tés de hierbas (como hinojo, manzanilla, verbena, bálsamo de limón y regaliz) han reducido el tiempo de llanto en algunos estudios. No obstante, el consumo de grandes cantidades de tés se ha relacionado con la posibilidad de reducir la ingesta de leche y poner a los bebés en riesgo de deficiencia nutricional5. Una revisión sistemática concluyó que se requiere más investigación antes de recomendar estos tratamientos13.
  • Terapia manual: El tratamiento manual se basa en la premisa de que los bebés pueden tener tensiones o limitaciones musculoesqueléticas que afectan a la comodidad, la alimentación y la motilidad intestinal y causan angustia14. En algunos estudios se observa que existe una reducción del tiempo de llanto de 33 a 76 min por 24h en bebés que reciben masaje abdominal4,14. Se ha encontrado evidencia favorable pero no concluyente y débil para la terapia manual en el cólico del lactante, es por ello que se necesitan más estudios para determinar sus beneficios y daños6,14.

 

CONCLUSIÓN

A pesar de que el cólico del lactante es una patología muy frecuente en los primeros meses de vida, generando experiencias precoces de dolor/disconfort y afectando directamente al estado psíquico de los progenitores y la familia, se cuenta con muy pocos estudios de investigación tanto para crear una buena herramienta de diagnóstico como sobre las posibles alternativas de tratamiento. Se necesitan nuevos trabajos para poder establecer tanto una relación causal como un tratamiento efectivo.

 

BIBLIOGRAFÍA

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