El balón de Bakri. Conceptos básicos para enfermería.

18 noviembre 2021

AUTORES

  1. Begoña López Zapater. Diplomada Universitaria en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  2. Rubén Maestre Aguilar. Diplomado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  3. Adrián Valdrés López. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  4. Mario Ezquerra Lou. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  5. Ignacio Bruna Barranco. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.
  6. Laura Martínez Giménez. Graduada Universitaria en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza, España.

 

RESUMEN

La hemorragia postparto es la principal complicación del parto, produciendo gran parte de las muertes maternas postparto a nivel mundial. Si la hemorragia no cede con fármacos uterotónicos, el dispositivo que se utiliza para evitar la cirugía es el balón de Bakri, que consiste en un balón de silicona con una sonda de drenaje que puede dejarse colocado hasta 48 horas, y permite mantener la fertilidad de la paciente, además de tener mucha menos morbilidad que la cirugía.

 

PALABRAS CLAVE

Hemorragia postparto, balón de Bakri, atonía uterina.

 

ABSTRACT

Postpartum hemorrhage is the main complication of childbirth, causing a large part of postpartum maternal deaths worldwide. If the bleeding does not subside with uterotonic drugs, the device used to avoid surgery is the Bakri balloon, which consists of a silicone balloon with a drainage tube that can be left in place for up to 48 hours and allows the fertility of the patient to be maintained. The patient, in addition to having much less morbidity than surgery.

 

KEY WORDS

Postpartum hemorrhage, Bakri balloon, uterine atony.

 

DESARROLLO DEL TEMA

La hemorragia postparto es la principal complicación del parto, produciendo el 25% de las muertes maternas postparto a nivel mundial, siendo la atonía uterina una de las principales causas de ésta.1

Para el control de la atonía uterina, el primer paso a realizar consiste en la administración de fármacos uterotónicos, como la oxitocina, y la administración de cristaloides y/o hemoderivados para reponer la volemia.1,2

Anteriormente, si no se conseguía el control de la hemorragia con fármacos, los siguientes pasos que se utilizaban eran, por orden, la técnica B-Lynch, ligadura de arterias uterinas e histerectomía, técnicas muy invasivas y con una elevada morbilidad. Surgió entonces la necesidad de encontrar otras técnicas igual de eficientes, pero menos invasivas y con menores complicaciones, y se descubrió que la compresión uterina cumplía esta función.1,3

El primer método utilizado para la compresión uterina fue el “empaquetamiento uterino” con gasas estériles. Esta técnica controlaba el sangrado en un 97%, pero tenía muchas complicaciones. Después de este método, comenzaron a usarse balones hinchados con suero salino fisiológico (como el Sengstaken–Blakemore, catéter condón y Rusch), que conseguían parar el sangrado al presionar sobre la pared del útero.1,3

Fue Bakri quien en 1992 describió el balón de Bakri, para controlar la hemorragia secundaria a placenta previa acreta, y posteriormente se cercioraron de que éste servía para otro tipo de sangrados.2

 

Descripción:

El balón de Bakri, también llamado Surgical Obstetric Silicone o SOS consiste en un balón de silicona con una sonda de doble luz de 58 cm de largo. Su capacidad es de 800 ml, pero lo recomendado es llenarlo hasta 500 ml como máximo (de 250 a 500 ml, dependiendo del tamaño del útero)1,3

La diferencia de este tipo de balón, con otros que cumplen la misma función, es que el balón de Bakri tiene en el extremo de la sonda un canal de drenaje para evacuar los restos que quedan en el útero, lo que permite medir el sangrado y la efectividad de este dispositivo. Otra diferencia consiste en la longitud de la sonda, que es menor a la de otros dispositivos, por tanto, se produce más contacto entre el fondo del útero y la zona distal del balón y por ende mayor hemostasia.1,3

 

Colocación y retirada:

En la colocación transvaginal, tras limpiar la zona y dejarla aséptica, se utilizan valvas para visualizar el cuello uterino y con una pinza de foerster se introduce el balón deshinchado. Una vez colocado en la zona correcta, se comienza a inyectar suero salino fisiológico calentado a temperatura corporal, hasta la cantidad necesaria según las características uterinas, nunca más de 500 ml. Una vez colocado, hay que hacer un test de taponamiento, que implica insuflar el balón hasta que el útero deje de sangrar. Este test será positivo si se consigue controlar la hemorragia, y si no es el caso, se considerará negativo y habrá que valorar la realización de cirugía. Una vez conseguido el test positivo, se comprueba que está bien colocado, que drena correctamente, y se coloca una bolsa colectora (de orina) para que se quede ahí el líquido drenado. Es recomendable fijar el catéter a la pierna de la paciente, para evitar tirones y por tanto la pérdida del dispositivo.1,4,5

Si nos encontramos ante una cesárea en la cual no cede el sangrado, el balón se colocará a través de la histerotomía, colocándolo en el fondo del útero y sacando el catéter de drenado a través de la vagina al exterior. Desde el exterior, se realizará el llenado del balón con la técnica anteriormente explicada.1,4,5

La retirada se realizará a las 24-48 horas como máximo, siendo recomendable retirarlo en el momento que el sangrado ceda aunque sea previo a estas 24-48 horas. Para ello se elimina el contenido del balón paulatinamente, y una vez vacío, se extrae con suavidad.6,7

 

Indicaciones y contraindicaciones:

El balón de Bakri estará indicado en aquella hemorragia postparto que no cesa con fármacos uterotónicos, evitando así una cirugía más agresiva y manteniendo la fertilidad de la mujer.

Tiene muy pocas contraindicaciones, entre las que encontramos 6,7:

  • Alergia a la silicona.
  • Retención de productos placentarios.
  • Rotura uterina o sospecha de esta.
  • Infección vaginal o uterina.
  • Indicación de histerectomía.
  • Hemorragia producida por lesión arterial.
  • Cáncer de cuello de útero.
  • Anomalías en la morfología del útero.
  • Coagulación intravascular diseminada (CID).

 

Cuidados:

Respecto al balón propiamente dicho, el único cuidado es vigilar que no se deshinche (nos lo indicará un sangrado excesivo) o un hinchado excesivo (nos lo indicará el dolor hipogástrico), y controlar el buen funcionamiento de éste, que drene adecuadamente.7

Respecto a la paciente, es muy recomendable el ingreso en UCI. Allí habrá que mantener su estabilidad hemodinámica y vigilar el tono y la altura uterina, además de la cantidad de drenaje.7

Habrá que administrar oxitocina IV y antibióticos de forma profiláctica, además de reposición hidroelectrolítica.7

 

Complicaciones:

Es una técnica que no genera como norma general muchas complicaciones, pero aun así no está exento de éstas. En la colocación y mantenimiento de éste podemos encontrarnos:7

  • Perforación de la pared uterina
  • Dolor hipogástrico por inflado excesivo.
  • Punción del balón.
  • Infección.
  • Retraso al realizar otros procedimientos.

 

CONCLUSIÓN

La implantación del balón de Bakri es una técnica sencilla, segura y con mínimas complicaciones que permite controlar la hemorragia postparto que no responde a medicamentos uterotónicos con una elevada tasa de éxito, evitando así realizar técnicas mucho más invasivas y cruentas, y permitiendo mantener la fertilidad de la paciente.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Fonseca-Chimá Érika. Balón de Bakri en hemorragia en Medellín (Colombia): reporte de caso y revisión de la literatura. Rev. Colombia. Obstet. Ginecol. [Internet]. 20 de diciembre de 2010 [citado 6 de julio de 2021];61(4):335-40. Disponible en: https://revista.fecolsog.org/index.php/rcog/article/view/256
  2. Ortega-Castillo VMJ, Espino SS, Herrerías-Canedo T. Control de la hemorragia obstétrica con balón de Bakri. Ginecol Obstet Mex. 2013;81(08):435-439.
  3. Hernández Cabrera Yoan, Diaz Puebla Jorge Luis, Abreus Castro Ana Beatriz, Ruiz Hernandez Marioly. Aplicación del Balón de Bakri ante hemorragia obstétrica postparto. Presentación de un caso. Medisur [Internet]. 2019 oct [citado 2021 Jul 06]; 17(5):728-733. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2019000500728&lng=es. Epub 02-Oct-2019.
  4. De la Luna y Olsen E, Carranza-Sánchez B, Nava-López L, et al. Experiencia con el balón de Bakri en hemorragia obstétrica. Ginecol Obstet Mex. 2017;85(11):719-726.
  5. Rodriguez-Kovacs Javier, Veroes Jesús, González Leonel, González Blanco Mireya, Bello Freddy. Uso del balón SOS Bakri en atonía uterina: Serie de casos en un hospital universitario de tercer nivel. Rev Obstet Ginecol Venez [Internet]. 2013 Jun [citado 2021 Jul 06]; 73(2):88-98. Disponible en: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0048-77322013000200003&lng=es.
  6. Robles-Elías FJ, Meade-Treviño P, Fernández-Lara JA, et al. Taponamiento intrauterino con balones hidrostáticos: revisión narrativa. Ginecol Obstet Mex. 2020;88(12):870-889.
  7. 7.Hernández Cabrera Yoan, Ruiz Hernández Marioly, Rodríguez Duarte Luis, Cepero Águila Lisbet, Monzón Rodríguez Maikel. Alternativas quirúrgicas conservadoras del útero ante la hemorragia postparto. Medisur [Internet]. 2017 oct [citado 2021 Jul 06];15(5):684-693. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2017000500014&lng=es.

 

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