AUTORES
- Andrea Siller Chueca. Graduada Universitaria en Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud de Zaragoza. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Alicia Pérez Villalba. Graduada Universitaria en Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud de Zaragoza. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- María Muñoz Figueras. Graduada Universitaria en Enfermería en la Universidad San Jorge de Zaragoza. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Cristina Ballano Muñoz. Graduada Universitaria en Enfermería en la Universidad San Jorge de Zaragoza. Enfermera en Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza, España.
- Juan Lafuente Romea. Graduado Universitario en Enfermería, Facultad de Ciencias de la Salud de Zaragoza. Enfermero en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
- Andrea Vega Valderas. Graduada Universitaria en Enfermería, Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Cádiz. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
RESUMEN
La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria (Mycobacterium tuberculosis). Se transmite de una persona a otra a través de la vía respiratoria y afecta más comúnmente a los pulmones, pero puede dañar cualquier tejido1.
La TB se ha estabilizado desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró emergencia mundial en 1993. Cada año fallecen a causa de esta enfermedad alrededor de 1.6 millones de personas. Por ello es una enfermedad de declaración obligatoria (EDO).
Existe “la estrategia final de la TB para el periodo 2016-2035” cuyo objetivo principal es disminuir la incidencia entre un 4-5% anuales y así erradicar por completo esta enfermedad2.
Actualmente, se siguen realizando numerosos estudios para intentar erradicar la enfermedad, que lleva afectando a la humanidad desde la antigüedad. A pesar de los esfuerzos realizados, todavía no se han conseguido alcanzar las cifras deseadas3.
Se presenta el caso de un paciente varón que acude al servicio de urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza por presentar un cuadro clínico compatible con tuberculosis.
Tuberculosis, TB, enfermedad infecciosa, diagnóstico de enfermería.
ABSTRACT
Tuberculosis (TB) is an infectious disease caused by a bacterium (Mycobacterium tuberculosis). It is transmitted from one person to another through the respiratory tract and most commonly affects the lungs, but it can damage any tissue1.
TB has stabilized since the World Health Organization (WHO) declared it a global emergency in 1993. Every year around 1.6 million people die from this disease. For this reason it is a notifiable disease (EDO).
There is an «end of TB strategy for the period 2016-2035» whose main objective is to reduce the incidence by 4-5% per year and thus completely eradicate this disease 2.
Currently, numerous studies continue to be carried out to try to eradicate the disease, which has been affecting humanity since ancient times. Despite the efforts made, the desired figures have not yet been achieved 3.
Male patient comes to the emergency room of the Miguel Servet hospital in Zaragoza for presenting a clinical picture compatible with tuberculosis.
KEY WORDS
Tuberculosis, TB, infectious disease, nursing diagnosis.
INTRODUCCIÓN
La TB es una enfermedad infecciosa de género Mycobacterium, familia Mycobacteriaceae. Está producida por diferentes agentes causales como el M. Tuberculosis, M. Africanum, M. Bovis y el M. Microti, los cuales formarán el Complejo M. Tuberculosis. Cualquiera de ellos puede producir la enfermedad. En los seres humanos, el principal causante de la TB, con gran diferencia, es el M. Tuberculosis o bacilo de Koch. Es un microorganismo aeróbico estricto, inmóvil, no formador de esporas, carente de cápsula y de flagelos4.
La TB es la enfermedad infecciosa que más muertes causa en el mundo. El contagio se produce habitualmente por vía aerógena siendo el reservorio más relevante el ser humano infectado. El ser humano enfermo, al hablar, cantar, reír, estornudar o toser, expulsa pequeñas microgotas de saliva y secreciones respiratorias, en forma de aerosoles, que están cargadas de micobacterias. Por lo tanto, la transmisión ocurre habitualmente a partir de pacientes bacilíferos con lesiones pulmonares abiertas a través de las partículas de Flügge5,6.
Tras la inhalación y el depósito del bacilo en los pulmones se puede eliminar la bacteria sin que surja infección, desarrollar una infección tuberculosa que origine una enfermedad inicial (enfermedad tuberculosa primaria) o que aparezca una enfermedad activa años después de la infección (enfermedad tuberculosa por reactivación).
Los mecanismos de defensa se encargan de eliminar los bacilos que alcanzan el tracto respiratorio, sin que se produzca entonces infección tuberculosa5.
La tuberculosis es una EDO cuya notificación de casos sospechosos, probables y confirmados se realizará de manera urgente mediante una encuesta epidemiológica individualizada al Centro Nacional de Epidemiología a través de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica con carácter semanal. Asimismo, una vez al año se completará la información de las variables contenidas en esta encuesta y se enviará tres meses después de terminar el año de notificación.
Además, las personas fallecidas que no recibieron tratamiento antituberculoso deben notificarse y aquellos casos que hayan sido tratados anteriormente no se declararán nuevamente si no han pasado por lo menos 12 meses desde la última vez que recibieron tratamiento antituberculoso7.
A nivel mundial, se estima que 10 millones de personas enfermaron de tuberculosis en 2018, de los cuales el 57% son hombres, el 32% mujeres y el 11% niños, siendo una cifra relativamente estable en los últimos años. La TB es la segunda causa de muerte por enfermedades infecciosas en el mundo. Es una enfermedad reemergente y en muchos casos existe una coinfección con el VIH. Alrededor de 1,2 millones de muertes se produjeron por tuberculosis entre personas VIH negativas y 251.000 muertes entre personas VIH positivas8,9.
Entre los factores de riesgo atribuibles a la tuberculosis destacan la desnutrición (aproximadamente 2,3 millones de casos), el tabaquismo (0,9 millones de casos, de los cuales 0,8 ocurrieron entre los hombres), el alcoholismo (0,8 millones de casos), la infección por VIH (0,8 millones de casos) y la diabetes (0,4 millones de casos). Además, las desigualdades sociales, las precarias condiciones de vida y de trabajo y los sistemas de salud débiles generan diferencias entre los distintos países en la situación epidemiológica8,10.
Por otro lado, el deterioro del sistema inmunitario causados por el VIH, la aparición de formas de tuberculosis resistentes a fármacos o la no adherencia al tratamiento son considerados uno de los principales obstáculos para el control de la enfermedad10.
La mayoría de casos de tuberculosis en 2018 acontecieron en las regiones de Asia Sudoriental (44%), África (24%) y el Pacífico Occidental (18%) siendo menor en los países del Mediterráneo Oriental (8%), las Américas (3%) y Europa (3%). La emigración de países endémicos a países desarrollados hace que la tuberculosis mantenga su presencia en todo el mundo8,10.
Más del 95% de las muertes por TB se producen en países de ingresos bajos y medianos. S olo siete países acaparan el 64% de la mortalidad total: India, Indonesia, China, Filipinas, Pakistán, Nigeria y Sudáfrica10.
La clínica de la enfermedad tuberculosa es muy variable y se puede dividir en tres grupos: formas intratorácicas, formas extratorácicas y las manifestaciones clínicas que se engloban en la TB diseminada o linfohematógena.
Dentro de las formas intratorácicas (TB parenquimatosa, ganglionar, mixta o miliar), se encuentran signos y síntomas como derrame pleural, neumonía, caverna tuberculosa y ganglios mediastínicos que comprimen los bronquios y pueden llegar a provocar atelectasias.
En cuanto a las formas extratorácicas, abundan exposiciones como meningoencefalitis, adenitis, síntomas intestinales, osteoarticulares y genitourinarios. La Meningoencefalitis, con mayor incidencia en menores de 3 años, se suele acompañar de vasculitis, lesión en los pares craneales e hidrocefalia.
Por último, se encuentran las manifestaciones de la TB diseminada, más frecuente en lactantes y niños pequeños y con una morbi-mortalidad bastante eminente. Este tipo presenta signos y síntomas como fiebre, malestar general, pérdida de peso, adenopatías generalizadas, hepatoesplenomegalia y clínica respiratoria11.
En términos más generales, se puede considerar la siguiente sintomatología propia de la enfermedad tuberculosa: tos, expectoración, dolor torácico, disnea, hemoptisis, disfonía, fiebre, astenia, anorexia, pérdida de peso y sudoración nocturna (12).
La prueba diagnóstica de elección para la detección de la infección tuberculosa es la prueba de la tuberculina o Mantoux. La aplicación de esta técnica permite evaluar la reacción de inmunidad celular (linfocitos T) ante la presencia de proteínas del bacilo tuberculoso13.
Esta está indicada en las siguientes situaciones13,14:
- Sospecha clínica/radiológica de TB.
- Personas en contacto cercano o casuales (menos de 4h por semana de contacto) de TB.
- Personas procedentes de áreas del mundo con incidencia elevada de TB.
- Personas de riesgo enfermedad TB: Infectados por VIH, alcohólicos, drogadictos vía parenteral, enfermos de silicosis, diabetes, neoplasia, insuficiencia renal crónica, inmunodeprimidos, gastrectomizados, terapias inmunosupresoras.
- Personas en riesgo de contraer y diseminar el TB, como son los empleados y residentes de refugios para personas sin hogar, prisiones, residencias de ancianos y trabajadores en hospitales.
- Estudios epidemiológicos y control de programas antituberculosos.
La prueba del Mantoux consiste en la administración intradérmica de 2 UI de tuberculina PPD RT-23 en la cara anterior del antebrazo, esta tendrá que ser realizada de 2 a 12 semanas tras la infección.
Por otro lado, la lectura se realiza entre 48 y 72 horas tras la inyección. Se considera una PT positiva cuando la induración es igual o mayor de 5 mm generalmente, en cambio, en pacientes vacunados con BCG se interpretará como positiva si la pápula es mayor de 15mm; y en personas con inmunodepresión cualquier induración se considerará positiva.
Hay que tener en cuenta el efecto booster, consiste en la positivización de la PT previamente negativa, para detectarlo se realiza una segunda PT (prueba de 2º escalón) a los 7-10 días de la que resultó negativa a los pacientes con una sensibilidad tuberculina debilitada. El resultado de esta segunda PT será el que se tome como definitivo13.
También para el diagnóstico de la infección tuberculosa encontramos la IGRA (ensayo de liberación de interferón gamma), esta técnica presenta mayor sensibilidad y especificidad que la prueba Mantoux en pacientes vacunados en BCG o con antecedentes de infección no tuberculosa. Su mayor inconveniente es el coste económico, motivo por el cual no se utiliza mucho en la práctica clínica14.
La positividad de estas pruebas, sin embargo, no distingue entre TB latente o activa. Por lo tanto, la evaluación de los síntomas y las pruebas adicionales (radiografía de tórax, prueba de esputo para bacilo ácido-alcohol resistente, tomografía computarizada) son esenciales para buscar una infección activa13.
El principal tratamiento de esta patología consiste en la administración simultánea de cuatro fármacos: Isoniazida, Rifampicina, Etambutol y Pirazinamida. En cuanto a la duración del mismo se ajustará a cada paciente, dependiendo de si esta diseminada o no la enfermedad y del curso de la misma. No está contraindicado durante el embarazo.
Los efectos adversos más graves obligan a cambiar este tratamiento en un 4-9% de los pacientes. La mayoría de las reacciones adversas son de carácter leve como por ejemplo náuseas, vómitos o exantemas. Puede dar lugar a una intoxicación hepática aumentando los niveles de transaminasas hepáticas, en cuyo caso se suspendería el tratamiento hasta recuperar el valor normal, una vez que los niveles se han recuperado se introducirían los antibióticos de nuevo, pero uno a uno pudiendo observar así cuál es el responsable de la intoxicación para poderlo cambiar por otro.
En cuanto al tratamiento preventivo el objetivo principal es intentar eliminar la bacteria cuando se encuentra en estado latente reduciendo así las probabilidades de reactivación. Una de las principales indicaciones para iniciar el tratamiento preventivo es la infección por VIH recién diagnosticada15.
El objetivo principal del tratamiento consiste en curar al paciente, frenar la transmisión y prevenir la reinfección. Las tasas de éxito rondan el 85% pero en los últimos años ha disminuido debido a la aparición de TB multirresistentes, el tratamiento para estas nuevas TB es más prolongado y necesita de fármacos más caros y tóxicos. (Esta resistencia ha aparecido a la Rifampicina e Isoniazida que son los principales fármacos, pues los otros son potenciadores de estos dos).
La respuesta ineficaz del tratamiento se suele deber a una mala absorción del fármaco o la administración de dosis insuficiente, falta de adherencia, la aparición de resistencia a los fármacos, reacciones adversas, aparición del síndrome inflamatorio de reconstitución inmunitaria (SIRI). Tanto en adultos como en niños el tratamiento es el mismo. La dosis se calcula en relación al peso1.
Paciente de 50 años que ingresa en planta procedente de urgencias del Hospital Miguel Servet de Zaragoza diagnosticado de TB, a su llegada presenta Fr: 19 rpm, saturación de O2(Spo2): 99% basal, peso: 66 kg, altura: 1,64 cm, con un IMC: 23´85, temperatura axilar: 36,4°C, pulso: 79 lpm, PA: 121/79 mmHg. Presenta edema en miembros inferiores, circunferencia abdominal: 80 cm, refieren poco apetito. A la palpación el abdomen se presenta flácido y plano. Se dedica a la agricultura y está casado.
No descansa por las noches y presenta un patrón del sueño alterado tomando medicamentos para poder dormir, camina, consciente, isocórico, presencia de caspa en el cuero cabelludo, turgencia normal, fumador durante 18 años, niega alcoholismo y consumo de narcóticos, analfabeto. Su estado emocional es depresivo y con miedo ante su situación y a expresar sus ideas. Toma antibióticos. Muestra una actitud positiva y colaboradora en el tratamiento que se le ofrece al igual que acepta una dieta adaptada a sus necesidades.
VALORACIÓN DE ENFERMERÍA SEGÚN MARJORY GORDON
A continuación, se ha elaborado una tabla en la que se han destacado los datos que se van a considerar del caso clínico según los patrones funcionales de Marjory Gordon, véase tabla en anexos.
El abuso del tabaco de este paciente durante 18 años hace que sea más vulnerable a contraer enfermedades infecciosas ya que el consumo de éste cambia la viscosidad de la sangre y libera bradicinas que son potentes vasoconstrictores. Por lo que hay que hacer hincapié en el abandono de dicho hábito.
Este paciente presenta un edema periférico secundario a un edema en la zona maleolar, que puede ser un efecto adverso de ciertos fármacos utilizados en su tratamiento. Para mitigar dicho edema, se administran diuréticos y se realiza un control hidroelectrolítico mediante analíticas de sangre. Los profesionales de enfermería han de educar al paciente en la importancia de la realización de movimientos activos y pasivos en la cama y el control de la ingesta de agua, al igual que una dieta con restricción de líquidos para que estos progresen adecuadamente.
El paciente presenta aislamiento social por su baja autoestima. Él piensa que, al ser una enfermedad infecciosa, va a ser discriminado por el resto de la gente. Además, las relaciones sociales en este tipo de pacientes se ven restringidas, ya que son enfermedades infecciosas. Enfermería tratará de darle el apoyo y cuidado necesario; ayudará al paciente a exteriorizar sus sueños e ideas para así buscar diferentes logros y elevar su autoestima. Así como ayudar a expresar lo que siente, tratando de fortalecer la relación enfermera-paciente y la confianza para que se sienta seguro, fomentando la escucha activa.
El estado nutricional se ve empeorado debido a la gran diversidad de medicamentos que toma alterando el gusto, ya que las papilas gustativas pierden su sensibilidad sináptica. Esto puede ser debido al poco apetito que presenta el paciente ya que estos fármacos pueden inhibir la producción de ghrelina (hormona encargada de la sensación del hambre) o favorecer la producción excesiva de citocinas, que inhiben el apetito. Debido a todos estos factores, enfermería debe hacer una exhaustiva evaluación del estado nutricional del paciente para recuperar el equilibrio hidroelectrolítico que se ve afectado por la TB y la ingesta de fármacos, para ello se planificará una dieta acorde a los gustos
y necesidades del paciente con el objetivo de mantener un IMC adecuado. La dieta ha de ser equilibrada y variada en proteínas, vitaminas, minerales e hidratos de carbono para poder satisfacer las necesidades metabólicas individuales del paciente. La educación sobre los correctos hábitos alimenticios y una alimentación saludable, aparte de enriquecer el estado nutricional, disminuye las posibilidades de abandono del tratamiento16.
Patrón de higiene, el estado de inmunosupresión en el que se encuentra el paciente lleva a una excesiva seborrea en el cuero cabelludo debido a la producción de liposinas generadas en el folículo piloso. Los profesionales de enfermería han de proporcionar los conocimientos higiénicos adecuados, haciendo hincapié en la necesidad de friccionar el cuero cabelludo para favorecer la circulación sanguínea y mejorar así la nutrición del epitelio. Cabe destacar el beneficio individual de una correcta higiene sobre la salud, seguridad y bienestar del paciente.
El patrón del sueño ya lo tenía alterado, pero también puede deberse al cambio de entorno ya que está ingresado y al cambio de la dieta, así como de la influencia de la medicación. Dentro de lo posible, enfermería ha de favorecer una correcta higiene del sueño, evitando factores que lo alteren, mantener la habitación oscura, segura y con una temperatura adecuada para descansar, tomar un vaso de leche caliente antes de dormir (siempre que no interfiera con la medicación) y no usar pantallas de dispositivos electrónicos antes de irse a la cama entre otros. También se intentará disminuir los factores potencialmente estresantes mediante técnicas de relajación para reducir el estrés, la ansiedad y las preocupaciones del paciente, favoreciendo la comunicación y fortaleciendo la relación enfermera-paciente17.
DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA: NANDA, NOC Y NIC
A continuación, se van a desarrollar los diagnósticos de enfermería detectados en este caso clínico18-20:
[00004] Riesgo de infección r/c tabaquismo.
NOC: [1625] Conducta de abandono del consumo de tabaco.
Indicadores:
[162501] Expresa el deseo de dejar de fumar.
[162503] Identifica los beneficios del abandono del tabaco.
NIC relacionados:
[4490] Ayuda para dejar de fumar:
- Aconsejar al fumador de forma clara y constante que deje de fumar.
- Enseñar al paciente los síntomas físicos de la abstinencia de la nicotina (p. ej., cefalea, mareos, náuseas, irritabilidad e insomnio).
- Ayudar al paciente a reconocer situaciones que le incitan a fumar (p. ej., estar con personas que fuman, frecuentar lugares donde se permite fumar).
- Ayudar a elegir el mejor método para dejar de fumar, cuando el paciente esté decidido a dejarlo.
[00026] Exceso de volumen de líquidos r/c medicación m/p edema periférico.
NOC: [0503] Eliminación urinaria
Indicadores:
[50301] Patrón de eliminación.
[50303] Cantidad de orina.
NIC relacionados:
[2380] Manejo de la medicación:
- Observar si se producen efectos adversos derivados de los fármacos.
- Observar los efectos terapéuticos de la medicación en el paciente.
- Vigilar los niveles séricos (electrólitos, protrombina, medicamentos), si procede.
- Desarrollar estrategias para controlar los efectos secundarios de los fármacos.
NOC: [1008] Estado nutricional: ingestión alimentaria y de líquidos.
Indicadores:
[100803] Ingestión de líquidos orales.
[100801] Ingestión alimentaria oral.
NIC relacionados:
[2080] Manejo de líquidos/electrolitos:
- Proceder a la restricción de líquidos.
- Llevar un registro preciso de entradas y salidas.
- Observar si hay signos y síntomas de retención de líquidos.
- Vigilar los resultados de laboratorio relevantes en la retención de líquidos (aumento de la gravedad específica, aumento de BUN, disminución de hematocrito y aumento de los niveles de osmolaridad urinaria).
[5614] Enseñanza: dieta prescrita:
- Evaluar los patrones actuales y anteriores de alimentación del paciente, así como los alimentos preferidos y los hábitos alimenticios actuales.
- Ayudar al paciente a incluir las preferencias de alimentos en la dieta prescrita.
- Ayudar al paciente a sustituir ingredientes para cumplir las recetas favoritas de la dieta prescrita.
- Instruir al paciente sobre la forma de planificar las comidas adecuadas.
[00053] Aislamiento social r/c baja autoestima m/p preocupación por los propios pensamientos.
NOC: [1604] Participación en actividades de ocio.
Indicadores:
[160413] Disfruta de actividades de ocio.
[160403] Uso de habilidades sociales de interacción apropiadas.
NIC relacionados:
[5100] Potenciación de la socialización:
- Animar al paciente a desarrollar relaciones.
- Facilitar la participación del paciente en grupos para contar historias.
- Ayudar al paciente a que aumente la conciencia de sus puntos fuertes y sus limitaciones en la comunicación con los demás.
- Animar al paciente a cambiar de ambiente, como salir a caminar o al cine.
[00120] Baja autoestima situacional r/c temor al rechazo m/p síntomas depresivos.
NOC: [1309] Resiliencia personal.
Indicadores:
[130901] Verbaliza una actitud positiva.
[130903] Expresa emociones.
[130902] Utiliza estrategias de afrontamiento efectivas.
[130906] Muestra un estado de ánimo positivo.
NIC relacionados:
[5330] Control del estado de ánimo.
- Evaluar el estado de ánimo (signos, síntomas, antecedentes personales) inicialmente y con regularidad, a medida que progresa el tratamiento.
- Animar al paciente a que adopte un papel activo en el tratamiento y la rehabilitación, según corresponda.
- Ayudar al paciente a identificar los pensamientos y sentimientos subyacentes al estado de ánimo disfuncional.
- Enseñar nuevas técnicas de afrontamiento y de resolución de problemas.
[00108] Déficit de autocuidado en el baño r/c estado de inmunosupresión m/p seborrea en cuero cabelludo.
NOC: [0305] Autocuidados: higiene.
Indicadores:
[30508] Se lava el pelo.
NIC relacionados:
[1670] Cuidados del cabello y del cuero cabelludo:
- Controlar el estado del pelo y del cuero cabelludo, incluidas las anomalías (p. ej., pelo seco, áspero o quebradizo, infestación por parásitos, caspa y deficiencias nutricionales).
- Aplicar una pequeña cantidad de aceite en las zonas de cuero cabelludo seco o descamativo.
- Lavar y acondicionar el pelo, masajeando el champú y el acondicionador en el cuero cabelludo y el pelo.
[00095] Insomnio r/c alteración del entorno m/p deterioro del estado de salud.
NOC: [2006] Estado de salud personal
Indicadores:
[200609] Pauta de sueño-descanso.
[200620] Equilibrio del estado de ánimo.
[200603] Nivel de energía.
NIC relacionados:
[1850] Mejorar el sueño:
- Determinar los efectos que tiene la medicación del paciente en el patrón de sueño.
- Comprobar el patrón de sueño del paciente y observar las circunstancias físicas (apnea del sueño, vías aéreas obstruidas, dolor/molestias y frecuencia urinaria) y/o psicológicas (miedo o ansiedad) que interrumpen el sueño.
- Enseñar al paciente a controlar los patrones de sueño.
- Ajustar el ambiente (luz, ruido, temperatura, colchón y cama) para favorecer el sueño.
- Controlar la ingesta de alimentación y bebidas a la hora de irse a la cama para determinar los productos que faciliten o entorpezcan el sueño.
- Facilitar el mantenimiento de las rutinas habituales del paciente a la hora de irse a la cama, indicios de inicio de sueño y objetos familiares (para los adultos leer un libro, por ejemplo), según corresponda.
La adherencia al tratamiento es crucial para el control y la erradicación de la enfermedad, pero son muchos los factores que pueden provocar un abandono del tratamiento.
El sexo y la edad de los pacientes no muestran diferencias estadísticamente significativas en la adherencia al tratamiento. Sin embargo, el nivel educativo es una característica sociodemográfica de gran influencia ya que, a mayor nivel educativo, mayor adherencia al tratamiento.
Es muy importante la relación terapéutica de confianza entre los profesionales sanitarios y el paciente y la realización de programas de salud para un correcto seguimiento. Una de las reacciones adversas más destacables es la tinción de la orina de un color anaranjado, asustando al paciente si no ha sido informado previamente de este efecto.
La adherencia al tratamiento de la TB está vinculada al cambio drástico que ocasiona en la vida de los portadores, la carga que les impone y los sentimientos de culpabilidad. Además, el tratamiento supone a las pacientes interferencias con la continuidad de sus actividades, dificultades laborales y en los estudios, debilidad corporal, etc.21,2.
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Tabla 1: Valoración por patrones funcionales de Marjory Gordon.
PATRONES FUNCIONALES | DATOS A CONSIDERAR |
Seguridad física | Fumador desde hace 18 años |
Patrón hídrico y regulación electrolítica | Edema periférico |
Rol-Relaciones | Aislamiento social |
Autopercepción-Autoconcepto | Baja autoestima |
Estado nutricional | Apetito disminuido |
Patrón de higiene | Seborrea en cuero cabelludo |
Patrón del sueño y reposo | Insomnio |