Marcadores tumorales

23 marzo 2023

AUTORES

  1. Pilar Pueyo López. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico clínico. Servicio Aragonés de Salud.
  2. Andrea Andreu Espinosa. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico Servicio Aragonés de Salud.
  3. Allison Dos Santos Mendes. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico clínico. Servicio Aragonés de Salud.
  4. Nerea Berlanga Rubio. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico clínico. Servicio Aragonés de Salud. Hospital universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
  5. Mario Franco Sánchez. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico Clínico. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.
  6. Sara Borao Perez. Técnico Superior de Laboratorio de Diagnóstico clínico. Servicio Aragonés de Salud. Hospital universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

 

RESUMEN

Los marcadores tumorales son aquellas sustancias producidas por células del organismo ante la presencia de un tumor maligno. En la actualidad, el uso clínico de los marcadores tumorales tiene algunas limitaciones debido a sus características, pero a pesar de ello se utilizan como uno de los principales parámetros para el pronóstico de un tumor o bien para determinar la eficacia del tratamiento.

A pesar de la amplia variedad de marcadores tumorales, este artículo se centra en el marcador usualmente conocido como PSA. El antígeno prostático específico (PSA) cobra una gran importancia, ya que estudios realizados por Europa demuestran que su revisión reduce la tasa de mortalidad por cáncer de próstata al 20% de hombres entre las edades de 50 y 74 años. No debemos olvidar que 1 de cada 6 hombres, por arriba de 45 años pueden tener cáncer de próstata.

A continuación, se explicará qué es el PSA, los valores normales de este marcador tumoral, así como su uso en la clínica y sus limitaciones.

PALABRAS CLAVE

Marcadores tumorales, cáncer de próstata, detección temprana de cáncer, malignidad, PSA, diagnóstico.

ABSTRACT

Tumor markers are substances produced by cells in the body in the presence of a malignant tumor. At present, the clinical use of tumor markers has some limitations due to their characteristics, but they are nevertheless used as one of the main parameters for the prognosis of a tumor or to determine the efficacy of treatment.

Despite the wide variety of tumor markers, this article focuses on the market usually known as PSA.The prostate-specific antigen (PSA) test is of great importance, as European studies show that its screening reduces the mortality rate from prostate cancer to 20% in men between the ages of 50 and 74. We must not forget that 1 in 6 men over the age of 45 may have prostate cancer.

Next, we will explain what PSA is, the normal values of this tumor marker, as well as its use in the clinic and its limitations.

KEY WORDS

Tumor markers, prostate cancer, early detection of cancer, malignancy, PSA, diagnosis.

DESARROLLO DEL TEMA

Se conoce como marcadores tumorales a todas aquellas sustancias producidas por las células neoplásicas o inducidas por el organismo del huésped, ante la presencia de un tumor maligno. La medida de su concentración en el suero u otros líquidos biológicos, o la detección de su presencia en los tejidos, reflejan el crecimiento o la actividad del tumor. Los marcadores tumorales son de utilidad para establecer el pronóstico, realizar el seguimiento o comprobar la eficacia de la terapéutica aplicada.

Los MT se pueden clasificar en función de determinados criterios; en función de su naturaleza, de su utilidad clínica, localización o en función de su origen. Con base en su origen, clásicamente se han clasificado en dos grupos: los producidos por las células tumorales, que se denominan “derivados del tumor”; y los inducidos por la presencia del mismo y producidos por el huésped, que se llaman “asociados al tumor”. Entre los primeros estarían la mayoría de los MT más conocidos: antígeno carcinoembrionario (CEA), alfa-fetoproteína (AFP), antígeno prostático específico (PSA), la subunidad beta de la hormona gonadotrofina coriónica humana (betaHCG), etc. Entre los segundos se incluyen proteínas de fase aguda (PCR, ferritina) y moduladores del sistema inmune (citocinas o interleucinas)1.

El uso clínico de los Mt tiene algunas limitaciones: por un lado, la mayoría de los marcadores no son específicos de un tipo de tumor y, en segundo lugar, existen situaciones no patológicas y también patologías no tumorales que elevan estas sustancias. En general los marcadores tumorales tienen baja sensibilidad diagnóstica, por lo tanto, no se usan como diagnóstico (como biopsias u otros), sino que contribuyen a determinar la probabilidad de cáncer, e incluso en algunos casos a la localización del mismo.

A pesar de las limitaciones útiles de los marcadores tumorales, también nos encontramos con ventajas reales de estos, como, por ejemplo; para la determinación del pronóstico, la determinación de la eficacia del tratamiento o bien para detectar recaídas tras la finalización del tratamiento o resección del tumor. Pocos marcadores tumorales tienen la sensibilidad necesaria para ser utilizados como prueba de screening. Se suelen emplear en pacientes con unas características concretas previamente definidas (edad, sexo, etc.) y/o en pacientes de grupos de alto riesgo.

Las concentraciones séricas de la mayoría de los MTs, que se observan en ausencia de una neoplasia, suelen ser moderadas. Cuanto mayores sean las concentraciones de un MT detectadas en un paciente, mayores son las probabilidades de tratarse de un tumor maligno. Cuando existen dudas respecto a un resultado, deben realizarse dos o tres mediciones seriadas, con un intervalo de tiempo entre ellas superior al de su vida media plasmática (15-20 días para la mayoría de los MTs). Si las cifras del MT tienen un incremento continuo (30-50%) a lo largo del tiempo (por encima del nivel elevado del rango de referencia), se puede afirmar, que con elevada probabilidad es de origen tumoral, ya que reflejan el crecimiento del tumor. Por el contrario, si las concentraciones séricas no se modifican o tienen una tendencia a descender, la causa habrá que buscarla en otra patología no neoplásica2.

A la hora de interpretar los resultados se debe de tener en cuenta algunas consideraciones: como, por ejemplo, el CA15.3 presenta falsos positivos cuando el paciente tiene déficit de vitamina B12, otra consideración a tener en cuenta respecto del CAE 19.9, es que los individuos con grupo Lewis a negativo / b negativo no expresan este antígeno en sus tejidos, no pudiéndose utilizar dicho marcador. En su defecto, se utilizan estos marcadores CA50, CA72,4 y CEA en los pacientes nombrados anteriormente, para el seguimiento de cáncer de páncreas.

Los MT más utilizados en la práctica clínicas son: PSA, CEA, CA 125, CA 15.3, antígeno carbohidratado 199 (CA 19.9), alfa-fetoproteína (AFP), gonadotropina coriónica humana (HCG), NSE y SCC3.

PSA:

En este apartado nos centraremos en el estudio del Antígeno prostático específico (PSA). Este, es el marcador más ampliamente utilizado en el cáncer de próstata. El PSA es producido con el fin de licuar el semen eyaculado y permitir un medio para que los espermatozoides se movilicen libremente. También se cree que es útil para disolver la capa mucosa cervical, permitiendo la entrada a los espermatozoides4.

El cáncer de próstata, es el tumor más frecuente en el sexo masculino de nuestro medio después del
cutáneo y representa la segunda causa de muerte por cáncer. Afecta fundamentalmente a hombres de edad avanzada; el 75% de los casos se diagnostican en mayores de 65 años. Su crecimiento suele ser
lento; alrededor del 80% de los tumores siguen en la próstata después de 10 años de seguimiento.

A pesar de que no existen evidencias para recomendar la determinación del PSA como método de cribado poblacional en varones asintomáticos, puede realizarse a pacientes que así lo demanden, debiéndose informar siempre de forma comprensible sobre los beneficios y riesgos de tal determinación, o en aquellos que tengan algún factor de riesgo, como la existencia de dos o más familiares afectados de CP, raza negra o por determinaciones previas dudosas.

El PSA, es una glicoproteína que se encuentra en concentraciones de 0,1-4 ng/ml en plasma, en una situación normal. Se pueden realizar dos mediciones, el PSA total y el PSA libre. El PSA total tiene una alta especificidad de patología prostática (98%) y su límite de referencia es de 4 ng/ml, mientras que el porcentaje del PSA libre es significativamente inferior en pacientes con cáncer de próstata. Un PSA libre inferior al 25 % puede considerarse sospechoso de neoplasia. El PSA libre es especialmente útil en pacientes con PSA total entre 4-10 ng/ml. La velocidad de incremento del PSA mayor de 0,75 ng/ml en un año puede considerarse claramente anormal. Es necesario realizar por lo tanto varias determinaciones seriadas para considerar una elevación significativa5.

Existe el denominado Test PSA Falsos Negativos que ocurre cuando niveles de PSA en rango normal esconden un cáncer prostático presente. Es usual el lento crecimiento de muchos casos de cánceres prostáticos y pasarán décadas antes que se haga clínicamente evidente. Por el contrario, también existe el denominado Test PSA Falso Positivo que ocurre cuando el nivel de PSA está elevado, pero no existe cáncer prostático. Esto es sumamente frecuente y lleva no sólo a pruebas diagnósticas innecesarias, sino que muchas veces tienen riesgos potenciales y significativos costos financieros y crean ansiedad y duda para el paciente y su entorno afectivo y producen daño anatómico y bioquímico a la glándula que repercutirán en los resultados posteriores del PSA5.

Una concentración elevada de PSA, por sí mismo, no es indicativo de cáncer. La mayoría de hombres con un PSA elevado no tendrán cáncer de próstata. Sólo 25% a 35% de hombres que se someten a biopsias prostáticas debido a un PSA elevado tienen actualmente cáncer de próstata. Esto se debe a que la concentración de esta glucoproteína aumenta con la edad, por ello se deben hacer otras pruebas, como la biopsia prostática, para determinar si el cáncer está o no presente. Aunque el PSA no sea de gran utilidad como método de cribado, si es útil para seguimiento de la eficacia del tratamiento y para controlar las recaídas, ya que su incremento tras la normalización por tratamiento implica recurrencia o propagación.

Otras causas frecuentes de elevación del PSA son la hipertrofia benigna de próstata, la prostatitis, los infartos prostáticos y las manipulaciones de la vía urinaria, como las biopsias, cistoscopias o cirugías prostáticas.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Teresa Romero G, Casado Vicente V, Jimeno Carrúez A. Utilización de marcadores tumorales en Atención Primaria. Medifam [revista en Internet]. 2002 [Consultado 04 Ene 2016]. Disponible en: http://scielo. isciii.es/scielo.php? script=sci_arttext&pid=S1131- 57682002000100003&lng=es
  2. Martín Suárez A, Alonso Díaz L, Ordiz Álvarez I, Vázquez J, Vizoso Piñeiro F. Utilidad clínica de los marcadores séricos. Aten Primaria. 2003; 32 (4): 227-39.
  3. Navarro Expósito F, Prieto Ríos B, Martín Angulo M, Álvarez-Mon Soto M. Indicación de solicitud y valor de los marcadores tumorales. Medicine. 2009; 10 (27): 1854-8.
  4. Balk SP, Ko YJ, Bubley GJ. Biology of Prostate-Specific Antigen. Journal of Clinical Oncology 2003: 28 (2): 383-91.
  5. Potenziani Bigelli JC. Conferencia ‘Perla Médica’ Estatus del PSA Enfoque 2012 dada el 3 de mayo 2012. Academia Nacional de Medicina.

 

 

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