Prevención de ahogamientos en la infancia.

15 agosto 2022

AUTORES

Elena Lobera Lahoza. Diplomada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de salud Univérsitas. España.
Alicia Fickinger Gracia. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de salud Univérsitas. España.
Jara Cardiel Bergasa. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Sástago. España.
Jesús Ruiz Traid. Graduado en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Valderrobres. Alcañiz. España.
Alba Mª Domínguez Abad. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Hospital Miguel Servet. Zaragoza. España.
Lucía Gonzalvo Aparicio. Graduada en Enfermería. Servicio Aragonés de Salud. Centro de Salud Univérsitas. Zaragoza. España.

RESUMEN

El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años en Europa. Cada año mueren en España en torno a 70-150 niños. Aplicar medidas efectivas para aumentar la seguridad en estos lugares da lugar a una tasa menor de accidentes y muertes en la infancia y adolescencia. Se realiza una revisión actual de la bibliografía al respecto para poder distinguir los métodos de flotación y medidas de prevención más eficaces.

PALABRAS CLAVE

Ahogamiento, prevención, infancia.

ABSTRACT

Drowning is the second leading cause of accidental death in children under 19 years of age in Europe. Around 70-150 children die each year in Spain. Applying effective measures to increase safety in these places results in a lower rate of accidents and deaths in children and adolescents. A review of the current literature is carried out in order to distinguish the most effective flotation methods and prevention measures.

KEY WORDS

Drowning, prevention, childhood.

DESARROLLO DEL TEMA

Se define ahogamiento como el hecho de sufrir dificultades respiratorias como consecuencia de la sumersión o inmersión en un líquido¹.

El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años en Europa, y la segunda causa de mortalidad accidental en menores de 14 años. Los ahogamientos en menores de 5 años suelen producirse en piscinas particulares o de comunidades privadas y, en el caso de niños mayores, suelen estar ligados a actividades acuáticas en lagos, mar, ríos y canales¹.

Según la Asociación Española de Pediatría, los ahogamientos suponen el 13% de las principales causas de mortalidad infantil de 0 a 14 años².

Estos accidentes son más predominantes en varones, menores de 5 años y durante los meses de julio y agosto, suelen suceder en piscinas particulares⁷_.

La pobreza se ha relacionado con un mayor riesgo de ahogamientos en la infancia₁.

En los bebés o niños más pequeños puede suceder en situaciones donde la cantidad de agua alcance los 2 cm (cubo, bañera, baño…)¹_.

Los niños más mayores y adolescentes suelen ocurrir en lagos, mares, ríos, acequias y lugares donde se realizan actividades de ocio acuáticas, si les añadimos el consumo de alguna droga o alcohol los casos de muerte por ahogamiento se disparan a un 25 %¹.

Por ello, es prudente seguir unas recomendaciones de seguridad en el agua.

¿Qué estrategias son efectivas para prevenir los ahogamientos en las piscinas^2,4,6?

La estrategia principal es la supervisión o vigilancia activa de cualquier niño que se encuentre próximo a cualquier entorno o medio acuático. Para ello la distancia debe ser menor a la longitud del brazo del cuidador, es decir, tenerlos al alcance.
La presencia de socorrista es una forma de evitar los accidentes, pero un solo socorrista es incapaz de supervisar a todos los bañistas en cada momento, por lo cual no se debe dejar de vigilar a los niños.
En las piscinas se debe realizar un cerco completo de su perímetro para aislarla de la vivienda, con una puerta en la que su cierre esté fuera del alcance de los niños. El cercado debería ser lo suficientemente alto para evitar que el niño lo trepe o salte y la distancia entre la parte inferior y el suelo menor de 10 cm para evitar que los niños puedan acceder por debajo de él. Este vallado no debe impedir la visión de la piscina.
Si la piscina se cubre con una lona, esta debe ser firme y cubrir toda la superficie.
La profundidad de la piscina debe estar indicada a los lados de esta.
El desagüe de la piscina debe tener dispositivos de seguridad que eviten la succión.
En la normativa de la piscina debe quedar visible a todas las personas que lanzarse de cabeza sólo está permitido en zonas donde la profundidad es superior a 1.80m. Es recomendable que los niños se tiren a la piscina con los pies por delante.
Tener conocimientos sobre las maniobras de Reanimación Cardiopulmonar es una medida de prevención eficaz. Sería necesaria la formación en niños, adolescentes y padres para poder actuar inmediatamente si fuera necesario.

¿Las clases de natación son necesarias?

Se ha comprobado que el aprender a nadar a partir de los 4 años es efectivo para disminuir las tasas de ahogamientos. Pero esto no excluye la supervisión continua del niño cuando está en el agua⁴.

Métodos de flotación homologados^3,4,5,8:

Manguitos: No se recomienda el uso de dispositivos con aire que pueden deshincharse. En el caso de los manguitos se recomiendan que sean de corcho, deben quedar bien ajustados al brazo (lo más cerca del hombro) y que estos puedan irse retirando para regular el nivel de flotación. Debemos tener en cuenta que limitan un poco la libre movilidad de los brazos.
Flotadores: Para bebés con un peso superior al de 7 kg, este debería poder sostener la espalda de forma erguida. Deben cumplir la normativa vigente UNE-EN 13138. No permiten el libre movimiento del niño. Si se utilizan deben llevar sujeción o anclaje en la parte de las piernas para evitar que el niño se deslice hacia abajo. Su uso tiene que estar siempre bajo supervisión directa para evitar posibles vuelcos.
Flotadores de cuello: La utilización de estos dispositivos alrededor del cuello para bebés puede ser contraproducente para el correcto desarrollo de la musculatura, ya que mantiene una posición más erguida de esa zona. Esto provoca tensión sobre los ligamentos y músculos en un bebé que está en proceso de desarrollo y con una musculatura más débil³.
Chaleco de flotabilidad: Se recomiendan para niños a partir de 9 kg hasta los 33 kg (1-9 años aproximadamente) hay diferentes tallas según contorno del pecho y peso. Deben estar homologados por la UNE-EN 13138. Los sistemas de flotación pueden extraerse para regular el nivel de flotabilidad. Optar mejor por los que llevan cinturón de seguridad entre las piernas para impedir que se les salga. Esta opción permite el libre movimiento de brazos y piernas.
Chaleco salvavidas: En el caso de que se realicen deportes acuáticos o se suban a embarcaciones es obligatorio su uso, éste debe estar homologado según normativa vigente y que se ajuste correctamente por peso y talla al niño.
Elementos de corcho (churros, tabla, cinturones o burbujas: son elementos que pueden usarse para aprender a nadar, permiten una gran libertad de movimientos.

Lo imprescindible para poder evitar ahogamientos es la supervisión continua que debe ser realizada por un adulto₇.

Hay que considerar que si el menor no sabe nadar la vigilancia debe ser activa y la distancia con el niño sea menor a la longitud del brazo. Si el niño sabe nadar la vigilancia debe seguir la Norma 10/20 (mirar cada 10 segundos y llegar en menos de 20 segundos)⁶.

Recomendaciones según el Comité de Seguridad y Prevención de las lesiones en la infancia¹:

Alertar a los padres del peligro que supone el agua para los niños, por lo que no deben dejar al niño solo o al cuidado de otro menor de edad mientras tengan cerca piscinas, bañeras, acequias, ríos, mar, lagos.
El adulto que se quede a cargo de la vigilancia debe estar atento al niño y evitar situaciones que puedan distraerle y lo pierda de vista, como el móvil, socializar…
En el caso de una urgencia el adulto que esté supervisando debe saber nadar, poder actuar en el rescate e iniciar maniobras de reanimación.
Aunque los niños tengan conocimientos sobre natación deben hacerlo bajo supervisión de un adulto.
Vaciar cualquier recipiente de agua después de su uso, incluyendo bañeras, cubos de fregona, las tasas de los inodoros deben estar cerradas.
Nunca dejar sin vigilancia a un bebé o lactante, aunque estén en superficies de asiento a la hora del baño, ya que es una superficie inestable y puede resbalar a través de él.
No dejar a los niños pequeños en el cuarto de baño sin supervisión.
Informar a padres y niños que tirarse de cabeza es una práctica que conlleva riesgos, si lo hacen deben de tener una profundidad mínima de 1,8 m, si esta se desconoce se debe evitar este tipo de saltos y priorizar tirarse con los pies primero.
Recordar a los adolescentes que bañarse o practicar deportes acuáticos después de haber consumido sustancias como drogas o alcohol es un riesgo muy grave.

CONCLUSIONES

El agua es un elemento peligroso en personas vulnerables, tomar diferentes medidas de prevención según la edad, peso y el lugar en el que nos encontremos va a ser determinante para evitar accidentes. Todos los elementos son una ayuda, pero no por sí solos van a evitar el ahogamiento. Lo indispensable para prevenirlos es la supervisión realizada por un adulto y si este tiene conocimientos sobre natación y reanimación cardiopulmonar más rápido va poder actuar de forma eficaz. La actuación adecuada e inmediata va a ser lo que determine que una persona pueda sobrevivir al ahogamiento y con las menores secuelas posibles.

BIBLIOGRAFÍA

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